Masochistic [Minsung]

35

Jisung salió de su clase, se despidió de Danielle y mientras caminaba por el pasillo camino a los vestuarios, suspiró y entro dejando su mochila a un lado, camino al espejo acomodando su cabello.

Escuchó pasos atrás y miro a través del espejo a su amigo Jay Park, con una sonrisa dejo que se acercará hasta tomar su cintura y beso su cuello suavemente.

– ¿Qué haces aquí, Ji? – Pregunto con una sonrisa en la cara besando suavemente el cuello del menor en repetidaocasiones.

– Solo quería estar a solas... ¿Y tú? – Lo miro a través del espejo.

– Olvide unas cosas aquí ayer... – Dijo bajando sus manos a las caderas del menor.

Metiendo sus manos bajo la playera del menor acariciando su cintura y también su pelvis.

– ¿Quieres hacerlo? – Pregunto mirándolo, recibiendo un asentimiento por parte del menor.

Sonrió y tocó su pelvis iba a desabrochar su pantalón cuando escucharon un ruido, rápidamente se apartaron y acomodaron sus ropas.

Jisung tenía sus mejillas rojas así que echó un poco de agua en su rostro, suspiro y miro a Jay tomar sus cosas, una pequeña mochila.

Este le sonrió alejándose y saliendo, topandose en la salida con Minho quien venía entrando, se saludaron corta mente debido a que Lee le ignoro.

Una vez entro y se aseguro que el otro se fue camino hasta el lavabo viendo al menor ahí.

– ¿Qué hacías con él? – Le miro con el ceño fruncido, tomando las caderas del menor con fuerza, enterrando sus dedos en la piel.

– No te importa, ya te dije que es solo un amigo. – Dijo intentando apartarse.

– Te dije que me importaba, ya no te acerques a él que son bastante notorias las intenciones que tiene contigo. – Apretó con fuerza la cadera del menor.

– Para, me duele. – Dijo intentando quitar sus manos de sus caderas.

– No me importa. – Apretó un poco más dándole vuelta a Jisung y pego su abdomen al lavabo.

– Te dije que no quería, déjame en paz. – Le miro a través del espejo.

– Cállate. – Le bajo el pantalón a Jisung hasta el suelo junto con su ropa interior.

Lo empotró en el lavabo alzando bien el trasero del menor, soltando la primera nalgada con fuerza.

– Déjame, ya te lo dije. – Dijo intentando alejarse del mayor.

Minho soltó otra nalgada con fuerza viendo la piel canela enrojecer de forma tenue.

– Todo ésto le ibas a dar a el idiota de Park. – Murmuró dándole otra y apretó la nalga con fuerza encajando sus dedos en la suave piel.