Soul Knight: Memories

👊Cap 22🏛

El campeón

Barec agitó su martillo de manera horizontal lanzando un potente golpe hacia el chico, el cual alzó su escudo cubriéndose del ataque, el golpe dio en el acero resistente, pero la fuerza era tanta que sacó al chico volando contra una de las esquinas del coliseo dándose un fuerte golpe en la espalda que lo hizo vomitar sangre, al levantarse y ver su escudo pudo ver que estaba abollado casi destrozado preguntándose en ese momento que le haría un golpe como ese si lo chocara directamente.

El público estalló en aplausos y gritos por el gran golpe, David sonrió y Akilta se preocupó apretando los barrotes con fuerza, a Tusk le temblaban los brazos por el impacto, Barec no le dio chance a recuperarse, enseguida acortó la distancia lanzando otro potente martillazo, esta vez el chico se echó a un lado esquivándolo, este chocó contra el muro del coliseo agrietando este llegando el daño incluso a las gradas, asustando a algunos nobles de allí. El bárbaro se giró para volver a atacar, pero esta vez Tusk lanzó su escudo golpeado el rostro del campeón haciéndolo retroceder y soltar algo de sangre, pero luego esbozó una sonrisa y volvió a arremeter contra el chico, Tusk sacó las dos lanzas a su espalda y comenzó a lanzar estocadas consecutivas con ambas manteniendo la distancia entre ambos, Barec se mantuvo algunos metros lejos y se cubrió con su martillo de los ataques recibiendo algunos cortes, luego lo soltó y agarró con la manos desnudos el filo de ambas armas aunque estas cortaran un poco su piel, esto sorprendió mucho a Tusk, pero actuó rápidamente soltándolas y agarrando las espadas a su sintura desenvainando y lanzando un doble corte cruzado al pecho del grandote dejando una herida en forma de X que soltaba mucha sangre.

-Estoy impresionado, hacia rato que no encontraba un reto así -sonrió Barec sorprendiendo mucho a Tusk, seguido de eso agarró con fuerza las lanzas en su mano y lanzó un doble golpe apuntando a cada costado del cuello del chico golpeándolo con la base de ambas armas haciendo crugir los huesos de este retrocediendo con los ojos en blanco, luego soltó esas lanzas y agarró rápidamente su martillo lanzando un potente golpe hacia al frente, Tusk reaccionó a tiempo para cubrirse con sus espadas, pero el martillo las destrozó como si fueran de papel y lo golpeó directamente en el pecho mandándolo a volar varios metros hasta el otro lado de la arena.

-¡Nooooo! -Akilta gritó con los ojos llorosos forzando la puerta queriendo salir.

Tusk se puso de pie encontrándose con el pecho destrozado soltando mucha sangre y apenas pudiendo respirar, su mirada estaba nublada y casi no se podía mantener en pie, vio a aquella bestia acercarse a él, el cabello de Barec se había vuelto rojo, incluso su barba y desprendía un aura del mismo color que intimidaba a todos al rededor.

-Así que ese es el famoso poder de la bestia roja berserker -decía David acariciando su mentón-, desde que entre a trabajar aquí por órdenes de Barec nunca había visto esa forma antes, es aterradora -soltó una ligera risa-. ¿Entonces Tusk, todavía crees que puedes ganarle?

-¡Dejenme salir de aquí, tengo que ayudarle! -gritaba Akilta intentando romper los barrotes.

-Admito que eres muy fuerte, pero hace rato que nadie logra hacerme sudar, no le cederé el puesto de campeón a nadie tan fácilmente -Barec llegó a estar frente al chico y alzó su martillo preparándose para el golpe final.

-¿Entonces Tusk, que harás? -susurró David observando atentamente.

Las gradas abuchaban a Tusk y se burlaban de que sería otra penosa victoria para Barec, que al parecer nadie lograría bajarlo del trono nunca, Tusk apretó sus puños con fuerza y miró hacia arriba logrando divisar el trono, se imaginó a sí mismo sentado allí y esbozó una sonrisa.

-Lo siento campeón, pero hoy es el día de tu retiro -su voz salía ahogada-, acabemos con esto.

Tusk sacó un pequeño frasco de su bolsillo que parecía contener algo verdoso sin que nadie del público lo notara, Barec si lo hizo y se detuvo por un momento, pero ya era tarde, Tusk saltó estando a la altura de su rostro y lanzó el frasco a su rostro simulando que le atinaba un puñetazo, el frasco de rompió escurriendo el líquido por su boca y fosas nasales, enseguida Barec retrocedió tosiendo mientras su cabello volvía a su color de siempre.