🏹Cap 31🌱

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Odio entre razas

Estaba todo oscuro en el bosque, Erispheria corría a toda velocidad hasta llegar a la ciudad, estaba nerviosa, jadeando y sudando por montones, los recuerdos de su hermana con un humano venían a su mente.

-Air... ¿Qué has hecho? Sabes que es un tabú relacionarse con los humanos, si papá se enterara -al pensar en esto una idea vino a su mente, sujetó su pecho pensando en que estaría mal, que no debería hacerlo, pero luego recordó todas las veces que intentó acercarse a su hermana y esta la alejó, incluso la rechazó por irse a ver con un humano, con estos pensamientos alzó la vista y caminó hacia su palacio en busca de su padre.

Después de unas horas la otra hermana elfa descansaba ya con su ropa puesta acurrucada entre los brazos de su amado a las orillas del lago.

-¿Te pasa algo Airah? -le preguntó el chico notándola preocupada.

-Estaba pensando en mi hermana... tal vez me pasé un poco con ella hace rato, a pesar de que somos gemelas siempre ha sido más tímida, como si fuera mi hermana menor, no debí hablarle así -dijo algo arrepentida.

-No te preocupes, estoy seguro que te entenderá, de seguro es amable como tú, por algo son gemelas -le dijo sonriente.

-Me voy a poner celosa -dijo a modo de broma y sonrió, luego se levantó-, creo que ya va siendo hora de que regrese al pueblo, si notan que desaparecí por mucho tiempo podrían venir a buscarme.

-Está bien -se levantó también acariciado el rostro de la chica derritiéndose esta en su caricia-, nos vemos mañana a la misma hora -ambos juntaron sus labios en otro cálido beso, al separarse una fuerte corriente de aire pasó por el lado de la elfa rasgando su oreja, esta abrió los ojos y lo que se encontró la perturbaría-. Te... amo... -fueron las últimas palabras de Edwin mientras una flecha de energía atravezaba su cabeza cayendo de espaldas al suelo, la sangre salpicó un poco la ropa de la elfa, esta se arrodilló acercando sus manos temblorosas al chico.

-Esto si que es decepcionante Airah, que la siguiente elfa anciana se encuentre en una situación impura con un humano es desagradable, esos sucios e irrespetuosos seres siempre nos han querido comparar con monstruos, cuando ellos son mucho más despreciables -le dijo el papá acercándose con un arco en la mano-. Tienes suerte de que tu hermana me avisara, no te puedo quitar tu título porque ya el árbol te escogió, es lo único que te salva de que te expulse de la aldea, ahora regresa, mañana tienes que seguir entrenando, le diré a mis soldados que se deshagan del cadáver y lo tiren por ahí -despues de eso dio media vuelta y se marchó, la chica estaba perturbada, su mente era un revoltillo, las lágrimas se asomaron mientras tocaba el cadáver de su amado.

-Air... yo... -Eris se acercó a intentar tocarla, pero la chica le abofeteó la mano y se levantó encarándola.

-¿Por qué lo hiciste? Acabas de matar la única felicidad que me quedaba en este mundo -le preguntó.

-Yo... N-no pensé que papá fuera a reaccionar así, lo que quería es que te quitara el título de elfa anciana, quería que te libraras de todo ese peso y volvieras a ser mi hermana -le dijo sudando nerviosa, evitando mirarla a los ojos.

-¡Eres una estúpida egoista! -agarró de manera violenta a la chica de la ropa mientras sus ojos brillaban y algunas lianas del suelo amarraban sus brazos y piernas-. ¡Sigues atrapada en tu estúpida fantasía de ser hermanas por siempre, no entiendes la realidad del asunto, he tenido que soportar entrenamiento tras entrenamiento, toda esta carga me está matando, la única razón de que aguantara era él, me mantenía cuerda y feliz, tu acabas de acabar con ese único rayo de luz que me quedaba y toda por tus estúpidas ideas egoístas, no volveré a ser tu hermana nunca más, eres una asquerosa imbécil con la que no quiero familiarizarme!

Soul Knight: MemoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora