Soul Knight: Memories

🏹Cap 30🌱

Acto VIII: Elfa

La elegida

Todas las ciudades del mundo estaban protegidas por barreras que mantenían a los monstruos fuera de ellas, protegiendo a los habitantes, pero... Existía una comunidad de aldeas pequeñas que habitaba el interior de un bosque de monstruos, esta comunidad estaba protegida por dicha barrera, pero quienes se hospedaban adentro no eran humanos, sino los conocidos semi-montruos, en este caso una nueva raza llamada elfos, estos vivían con tranquilidad en el bosque y al igual que los vampiros tenían una formas diferentes de usar la energía en su interior, su aspecto era humano, pero poseían rasgos únicos que los hacían parecer monstruos, esta comunidad vivía alejada de la sociedad humana con sus propias reglas y costumbres, estaba dividida en varias aldeas, una de ellas, la principal de todas llamada Caltor, donde se encontraba el elfo anciano que sería la contraparte de un rey en aquella comunidad, él regía porque todo estuviera en orden y las costumbres se cumplieran sin problema alguno, él tenía dos hijas, las cuales eran pequeñas niñas gemelas de tan sólo 7 años casi idénticas que jugaban y retosaban sin parar.

Una de ellas se llamaba Erispheria y la otra Airah, ambas eran casi idénticas, pequeñas niñas con orejas puntiagudas y cabello rubio con ojos azules, Airah se diferenciaba de su hermana porque tenía pecas pequeñas en el rostro y su cabello era ligeramente más largo mientras que la otra lo tenía más corto, ambas niñas ahora se encontraba corriendo sin parar por los jardines del pueblo rodeados de varios elfos teniendo la mayoría cabellos marrones o rubios y sus clásicas orejas puntiagudas.

-¡Eris vamos te vas a quedar atrás! -decía energética la niña a su hermana.

-Air vas muy rápido espera... -sofocada logró alcanzarla apoyando sus manos sobre sus rodillas.

-Demonios. ¿Qué voy a hacer contigo? Pareces la hermana menor -se acercó y le acarició la cabeza.

-Padre nos va a regañar si se entera que nos salimos del palacio -dijo preocupada la pequeña Eris.

-Sólo será un rato. ¿Nunca has querido ver un poco fuera de la ciudad? -dijo la otra girando-. Me contaron que en una zona fuera de la barrera había un bosque de setas luminosas muy lindo. ¿No te gustaría que lo viéramos juntas?

-¿Pero qué pasa con los monstruos? -preguntó preocupada.

-No te preocupes por eso, he estado entrenando defensa personal, yo te protegeré -le dijo golpeándose el pecho orgullosa.

Así ambas gemelas se dirigieron hacia la salida de la barrera y la cruzaron sin más, Eris parecía asustada y nerviosa mientras su hermana sujetó su mano calmándola y llevándola por el oscuro bosque, después de caminar por un buen rato ambas llegaron a un bosque rodeadas de setas de varios colores, pero todo estaba oscuro y no veían bien.

-No veo nada... -decía Eris asustada.

-No te preocupes Eris, la mejor manera de resolver un problema como este es lanzarse sin pensar -Air jaló a su hermana y comenzó a correr sin parar por encima de las setas, cada vez que las pisaba estas comenzaban a brillar iluminando poco a poco todo el lugar, luego comenzó a girar en círculo mientras reía sin parar, Eris también comenzó a reír y a seguirle el juego, en pocos segundos todo el lugar se iluminó de hermosos colores, las dos hermanas se dejaron caer al suelo sujetando sus manos mientras miraban las luces que iluminaban las copas de los árboles teniendo un paisaje hermoso frente a ellas-. ¿Sabes? En un par de años tendremos nuestro ritual sagrado, donde descubriremos quien de nosotras será la siguiente elfa anciana del Reino elfico, es un papel bastante difícil de llevar a cabo -sujetó más fuerte la mano de su hermana, esta al verla la notó algo nerviosa y asustada por sus palabras-, me preocupa... que esto de alguna manera pudiera separarnos... ya que sólo una será escogida.