Soul Knight: Memories

👊Cap 23🏛

Pequeño ángel

-¿Estas seguro de lo que dices? -preguntaba David a un nervioso Tusk que estaba intranquilo en su asiento zapateando el suelo.

-Se parece mucho a ella y su edad coincide -respondió este sudando un poco.

-Ahhhhh eso es un problema -dramatizó el sirviente-, un chico joven parece el más indicado para acabar con todos los viejos de aquí, su físico es muy bueno y venció a su oponente con las manos desnudas, además de seguro lo motiva la venganza contra su padre. La duda mía es... ¿Por qué no me hablaste de él antes? Ya sabía que había un niño creciendo aquí, pero no pensé que fuera hijo de esa mujer.

-Yo... Pensé que moriría, era pequeño cuando su madre murió y este no es el mejor lugar para un niño, no pensé que sobreviviera al ambiente.

-Parece que lo hizo y encima creció muy bien -le dijo David suspirando-, por ahora esperemos a ver que pasa, lo cierto es que si sigue sin usar armas le va a ir mal, no importa lo bueno que sea, no puede parar una espada con sus manos -sonrió.

(...)

En los calabosos de gladiadores, Asker regresaba a su celda después de un baño, se encontró en el camino con unos sujetos de gran tamaño, todos parecías guerreros ya mayores, pero que aún intimidaban, se quedaron mirando fijamente hasta que... uno de ellos esbozó una tonta sonrisa y agarró al chico en sus brazos apretándolo con fuerza hasta afixiarlo y luego lo zarandeo de un lado a otro.

-¡Felicidades capullo ganaste tu primera batalla, esto hay que celebrarlo! -gritó con fuerza al unísono de los demás y rápidamente trajeron bebidas que consiguieron de los guardias y comenzaron a beber-. Estamos muy contentos de que por fin te enfrentaras en el coliseo.

-No es lo que hubiera querido tu madre, pero... cuando nos enteramos de lo que pasó no pudimos quedarnos tranquilos -habló otro más a su lado-, por eso te cuidamos y te entrenamos para que fueras toda una bestia de combate.

-Ya nosotros estamos viejos y hace rato decidimos dejar de pelear, simplemente nos quedamos aquí bebiendo y disfrutando de esta vida -habló otro más a su espalda-, pero tu eres un joven y además tienes motivos para combatir, nuestras almas están contigo.

-Les agradezco a todos... -dijo algo apenado con una expresión seria-, la razón de que este aquí hoy es que estuvieron conmigo y me cuidaron hasta que tuve edad suficiente para valerme sólo.

-Tienes un espíritu fuerte como tu madre -habló de vuelta el primero con una sonrisa triste-, algunos ya sabían que era mujer, pero como era amable y cálida con todos, nunca la delatados, ni la tratamos como menos, era una de nosotros fuera del sexo que fuera, es por eso que te apoyamos en que acabes con todo este teatro y te vengues por lo que le pasó.

-Si... quiero llegar a donde está mi padre y aplastarlo -apretó sus puños con fuerza.

-¿Y por qué tanta insistencia en pelear sin armas? -preguntó uno de ellos alzando una ceja.

El chico se quedó en silencio un rato recordando la imagen de su madre siendo atravesada por todas las armas posibles allí.

-No usaré las cosas con las que mataron a mi madre, me niego a hacerlo -respondió con rabia.

El ambiente se volvió tenso por un momento, pero luego todo se calmó y siguieron con la celebración. Después de eso Asker siguió participando en varias batallas cada una más difícil que la anterior, le empezaba a costar y salía muy herido de la lucha, ya que sus oponentes usaban poderosas armas y él se mantenía firme con su decisión de no usarlas, ahora mismo se encontraba vendado en casi todo su cuerpo quejándose del dolor, se encontraba en su calaboso tranquilo, hasta que escuchó algo, era el grito de una chica, rápidamente salió corriendo hasta las afueras del calabozo y se encontró con dos guardias de armaduras grises y armados con lanzas que parecían atormentar a una joven chica, esta era de piel blanca y cabello rubio, vestía con un vestido muy elegante de color blanco con diseños de lazos celestes, sus ojos eran azules y su cabello estaba amarrado en dos coletas a los lados con lazos azules.