Buscando una cura
El Sol se asomó por la ventana del oscuro cuarto alumbrando al joven encima de la mesa, este se levantó estirándose y rascándose su cabeza, rápidamente notó que ya había amanecido y se levantó sin siquiera cambiarse de ropa, sólo lavándose un poco la cara y agarrando una mochila, saliendo de aquel, no sin antes echarle una ojeada a la mujer dentro de la enorme cápsula rodeada de un líquido verde.
Este era Erick, abrían pasado ya 10 años desde el suceso de su madre y que se enterara de todo lo que había pasado, ahora tenía el aspecto de un joven delgado sin nada de músculo, su piel era mucho más pálida que antes y sus ojeras más remarcadas, además su cabello era largo y desgreñado. Su vestimenta era un pantalón gris y una camisa blanca, lo que parecía ser el uniforme de la academia a la que asistía y hacia donde se dirigía ahora mismo, además se notaba un poco sucia, al llegar se podía observar la gran escuela celeste a la que asistió su madre, sólo que un poco más vieja y con algunas cosas nuevas, pero llena de estudiantes. Erick suspiró rendido y caminó entre la muchedumbre mirando al suelo.
Durante todos estos años Erick estuvo estudiando la alquimia, al principio lo olvidó, pasó mucho tiempo sin siquiera comer, preocupado y traumado por todo, pero con el paso del tiempo maduró, comenzó a valerse por sí sólo usando la alquimia para sobrevivir con alimentos y todo lo que necesitara y cuando tuvo la edad indicada, comenzó a trabajar en buscar una cura para él y su madre. Entró a la academia para poder tener mejor acceso a los laboratorios y a la biblioteca de esta, así le ayudaría en su investigación, pero al descuidar su apariencia física hizo que pasara desapercibido el primer año, sin que ningún otro estudiante se quisiera acercar a él, bueno casi ninguno.
-¡Erick! ¡Llegas tarde! -una chica alegre se acercó a él-, demonios tendré que ir a despertarte de nuevo, así nunca llegarás a tiempo -le regañó haciendo un puchero y colocando las manos en su cintura.
Esta chica era más pequeña que él y tenía un cabello rubio y corto acomodado con unas orquillas, además sus ojos eran azules y tenía buen cuerpo, además de ser muy linda, llevaba una versión femenina del uniforme de la academia y una mochila a su espalda. Su nombre era Melinda y por algún raro motivo era la única chica que se atrevía a acercarse a Erick.
-Aunque no entiendo porque sigues insistiendo en hablarme -el chico la ignoró siguiendo su camino a la escuela, notando como todos los miraban y comenzaban a murmurar-, acercarte a mí no te hará nada bien.
-Ya te lo he dicho varias veces, no me importa lo que crean las demás personas -respondió y comenzó a caminar a su lado-, yo conocí un lado tuyo amable y bueno y por eso creo que eres una gran persona de la cual quiero ser amiga -le mostró una gran sonrisa, Erick sólo giró la cabeza algo apenado.
Ella se refería a algo que pasó hace tiempo, cuando ambos apenas habían empezado su primer año en la escuela. Melinda era muy sociable y se llevaba bien con todo el mundo, mientras que Erick se alejaba todo lo que podía, un día mientras Melinda hablaba con sus amigas un sujeto agarró un colgante que tenía la chica y lo lanzó por la ventana para molestarla, lo peor es que Erick pasaba por allí, pero lo ignoró.-Es un idiota, bien podría haber intentado ayudar -habló una de las amigas de la chica enojada-, no te preocupes Meli, te compraremos una nueva.
-No quiero una nueva...esa era... especial... -decía la chica mirando por la ventana.
Quería quedarse a buscarla, pero comenzó a llover muy fuerte, parecía una gran tormenta, todos se encontraban dentro del aula y la chica seguía preocupada.
-Seguro con este aire y agua debió haber ido lejos... nunca la recuperaré... -decía con los ojos cristalizados. De repente vio como el colgante caía sobre su mesa empapado, esto la sorprendió mucho, rápidamente miró a su alrededor, pero no pudo divisar al causante hasta que... al ver a Erick notó que este estaba mojado empapando todo el suelo, su corazón se aceleró y sus mejillas se sonrojaron. El chico la miró un momento y abrió los ojos como platos al escuchar las palabras de la chica con una gran sonrisa-, gracias.
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Soul Knight: Memories
Fiksi PenggemarLas historias de los héroes y de los villanos no son tan diferentes como creen. Ambos sufren y son llevados al extremo por la sociedad, la diferencia esta en sus decisiones. Esta es la historia tanto de los héroes como de los villanos del juego para...