capítulo 9

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Marina no podía evitar sentirse atrapada en una nube de tristeza. Desde que Pablo y Sofía habían terminado, ella había tratado de convencerse de que ya no sentía nada por él, pero la realidad era distinta. Cada recuerdo, cada sonrisa compartida, volvía a su mente como un eco doloroso.

Jessica la encontró una tarde sentada en el sofá de su casa, con la mirada perdida y un libro abierto que claramente no estaba leyendo.

—Marina, ¿estás bien? —preguntó Jessica, dejando su bolso en la mesa.

Marina suspiró, cerrando el libro con lentitud.

—No lo sé, Jess. Pensé que había superado lo de Pablo, pero verlo con Sofía... y ahora que han terminado, siento que estoy reviviendo todo otra vez.

Jessica se sentó a su lado, tomándole la mano con firmeza.

—Es normal sentirte así. Pero tienes que recordar que también mereces estar bien, Marina. No puedes dejar que esto te consuma.

Marina asintó, aunque sus ojos seguían cargados de tristeza. Sabía que Jessica tenía razón, pero no era tan fácil sacarse a Pablo del corazón.

**El descubrimiento de Jessica**

Mientras tanto, Jessica también estaba lidiando con sus propias inquietudes. Aunque había decidido dar un paso atrás con Fabián, no podía dejar de pensar en la misteriosa "prima" que había aparecido en sus redes sociales. Algo no cuadraba, y su intuición le decía que había más de lo que Fabián estaba dispuesto a admitir.

Una tarde, mientras revisaba sus mensajes, encontró una foto reciente de Fabián con esta "prima", etiquetada con un comentario que no dejaba lugar a dudas: "Un fin de semana perfecto con mi amor".

El corazón de Jessica dio un vuelco. No había manera de malinterpretar esas palabras. Decidió no quedarse con la duda y confrontó a Fabián esa misma noche.

—Fabián, necesito que seas honesto conmigo —dijo, mostándole la foto en su teléfono. —¿Quién es realmente ella?

Fabián la miró con nerviosismo, claramente atrapado.

—Jess, no es lo que parece... —comenzó a decir, pero Jessica lo interrumpió.

—No me digas eso. La descripción es bastante clara, Fabián. Necesito saber la verdad.

Finalmente, él suspiró y confesó.

—Ella no es mi prima. Es... alguien con quien empecé a salir hace poco. No quería herirte, Jess. Todo esto fue un error.

Jessica sintió que el suelo se movía bajo sus pies. Aunque había sospechado algo, escucharlo de su boca fue devastador. Sin decir una palabra, se levantó y salió de su casa, dejando a Fabián solo con su arrepentimiento.

**El apoyo mutuo**

Esa noche, Jessica regresó a casa de Marina. Aunque ella también estaba lidiando con su propio dolor, no dudó en consolar a su amiga.

—¿Sabes algo, Marina? Estamos pasando por momentos horribles, pero creo que lo único bueno de todo esto es que nos tenemos la una a la otra —dijo Jessica, con los ojos todavía húmedos.

Marina sonrió levemente y asintió.

—Es cierto. Y aunque a veces parece que todo se desmorona, al menos podemos reconstruirnos juntas.

Ambas se abrazaron, encontrando en su amistad la fuerza que necesitaban para seguir adelante. Aunque el amor les había causado heridas, también les recordaba el valor de tener a alguien que las entendiera y apoyara incondicionalmente.

después es nunca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora