capitulo 5

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El regreso del lago marcó un punto de inflexión en las relaciones entre Jessica, Fabián, Marina y Pablo. Aunque los intentos por recuperar la armonía habían sido sinceros, las diferencias que habían surgido se volvieron más difíciles de ignorar. La tensión acumulada pidió su espacio, y cada uno comenzó a cuestionar lo que realmente quería.

Una noche, Jessica decidió hablar con Fabián. Estaban sentados en el jardín de su casa, rodeados por el susurro del viento y las luces tenues de la terraza.

—Fabián, siento que siempre estamos chocando —dijo ella, rompiendo el silencio.

Él levantó la mirada, dejando de lado el vaso que tenía en la mano.

—Lo he notado también —admitió. —Pero no es porque no me importe, Jess. Eres importante para mí, solo que... siento que vemos la vida de maneras muy distintas.

Jessica asintió, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza al escuchar lo que ella también había estado pensando.

—Quizás deberíamos darnos un tiempo para entender lo que realmente queremos —sugirió ella con una voz tranquila pero firme.

Fabián no respondió de inmediato. Finalmente, asintiendo lentamente, dijo:

—Tal vez tienes razón. No quiero que esto termine mal.

Ambos se despidieron con un abrazo, sintiendo que habían tomado la decisión correcta aunque les doliera.

**Marina y Pablo: Un momento de claridad**

Por otro lado, Marina y Pablo también enfrentaban sus propios dilemas. Marina se había estado sintiendo cada vez más desconectada de Pablo, y él había notado su distancia. Una tarde, mientras paseaban por el parque, Pablo finalmente abordó el tema.

—Siento que algo anda mal entre nosotros —dijo, deteniéndose frente a un banco y señalando para que se sentaran.

Marina suspiró, agradecida de que él hubiera tomado la iniciativa.

—No está mal, Pablo. Solo... creo que buscamos cosas diferentes. Me preocupo mucho por el futuro, y sé que tú prefieres vivir el presente.

Pablo miró al suelo por un momento antes de responder.

—No quiero hacerte sentir que no me importa, Marina. Pero es cierto que no siempre pienso tan a largo plazo como tú. Tal vez eso es algo que no podemos cambiar.

Ambos se quedaron en silencio, observando cómo el sol empezaba a ocultarse tras los árboles. Finalmente, Marina sonrió con tristeza.

—Creo que también necesitamos espacio para pensar. No quiero perderte como amigo, Pablo, pero no estoy segura de que esto funcione.

Pablo asintió lentamente, respetando su decisión.

**Un nuevo inicio para las amigas**

Con sus relaciones en pausa, Jessica y Marina se volcaron en su amistad. En los días siguientes, comenzaron a pasar más tiempo juntas, recordando por qué su vínculo era tan especial.

Una noche, mientras compartían una pizza en la habitación de Jessica, hablaron abiertamente de lo que había pasado.

—Tal vez necesitábamos esto —dijo Marina, mordiéndose un trozo de corteza. —Un momento para enfocarnos en nosotras mismas.

Jessica asintió, sonriendo.

—Siempre hemos sido un equipo, Marina. Y aunque haya chicos de por medio, eso nunca va a cambiar.

La charla se llenó de risas y anécdotas, como en los viejos tiempos. Ambas sabían que, aunque sus relaciones amorosas habían quedado en pausa, su amistad era el ancla que las mantendría fuertes.

Esa noche, mientras se despedían, ambas sintieron una renovada esperanza. Quizás no todo había salido como esperaban, pero tenían claro que juntas podían enfrentar cualquier cosa que viniera.

después es nunca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora