después es nunca

Capitulo 19

El sonido de un nuevo mensaje en su móvil la hizo despertar. Marina se estiró, extendiéndose hacia la mesita de noche para ver la pantalla. Su corazón latía de manera irregular; a pesar de haber decidido que su vida sin Pablo había comenzado a encontrar un ritmo, había algo en su pecho que no podía controlar. El mensaje era breve, solo decía: "La verdad está más cerca de lo que piensas." Marina frunció el ceño.

Después de leerlo, el pasado y el presente se fundieron en una maraña de incertidumbre. Los recuerdos de su tiempo con Pablo la invadieron, trayendo consigo tanto la dulzura como el dolor de lo que había sido. Pero, al mismo tiempo, sentía una extraña sensación de que algo importante estaba por ocurrir.

Esa tarde, Marina se encontró con Jessica en un café del centro. La luz del sol se filtraba entre las hojas de los árboles, creando sombras danzantes en el suelo de piedra. Jessica había decidido mudarse a Italia por un tiempo, buscando un cambio de aires y la posibilidad de redescubrirse. A pesar de la distancia, mantenía contacto regular con Marina, y ambas se apoyaban en los momentos de duda.

—Me voy la próxima semana, Marina. Italia me espera, y siento que es el momento de irme y empezar de nuevo, de seguir adelante y dejar que la distancia cure un poco las heridas.—Jessica hablaba con determinación, pero su mirada contenía una tristeza que solo su mejor amiga podía leer.

Marina la miró y sonrió con nostalgia. —Te voy a extrañar, Jess. Pero sé que esto es lo que necesitas.

La despedida fue agridulce, pero ambas sabían que el futuro les deparaba nuevas posibilidades. Mientras Jessica se preparaba para su viaje, Marina empezaba a sentir que la sombra del pasado se desvanecía un poco. Fue entonces cuando, al regresar a casa esa noche, vio a Pablo parado frente a su puerta.

—Marina, 'tenía que verte', eso es lo que siempre te he dicho. Y esta vez, no te voy a dejar ir tan fácilmente.

El corazón de Marina latía con fuerza, pero esta vez, no era por el miedo o la incertidumbre. Era por la posibilidad de un nuevo comienzo, de una historia que se estaba escribiendo de nuevo.