PAZ

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No me gustaba estar en un hospital, aunque eran pocas las veces que había estado en uno, lo detestaba. Tenias que permanecer en cama todo el tiempo, los doctores y enfermeras te revisaban como un fenómeno y el tiempo parecía esforzarse por ir más lento.

Había despertado desde hacía rato, solo el sonido de la respiración pausada y ligera de Reiner me hacía compañía.

Cuando abrí los ojos lo vi en el sillón, dormía como una piedra y ni siquiera su mala postura parecía interrumpir su sueño.

Era curioso verlo dormir, hacia ruidos raros y se movía bastante. Me quedé buen rato observándolo. Era la primera vez en muchos años, que veía a otro hombre dormir y por alguna razón me gustó hacerlo.

Después de un buen rato aparte la mirada, no quería parecer una clase de acosadora así que opte por encender el televisor.

La habitación se lleno de luz y rápido empecé a pasar los canales. Algunos eran comerciales de tele marketing, otros eran caricaturas y varios noticieros. Gracias a eso supe que eran casi las 6 am.

Entre otras noticias, pasado mañana iniciará el juicio contra Erwin Smith, quien fue detenido por el FBI tras una investigación de catorce meses.

La voz de la reportera me dio nauseas.

Erwin Smith, quien en su juventud inicio como un maestro de la universidad de Boston, es acusado de crímenes como tráfico de armas, lavado de dinero, extorsión y trata de blancas. Fue detenido en una casa de seguridad hace solo unos días.

La fiscal ha declarado que buscará una sentencia de cadena perpetua por los crímen....

-No deberías ver eso - su voz me dio un escalofrió - no creo que eso sea bueno para ti. Por ahora solo debes enfocarte en tu recuperación - sus ojos me miraban cautelosos.

- No quise despertarte - cambie el canal.

- Descuida, suelo despertar temprano.

La habitación se lleno de un silencio, no era incomodo ni extraño pero me sentí nerviosa por estas a solas con él.

-¿Cómo te sientes?

- Bien, supongo. - seguí pasando los canales para evitar su mirada.

El silencio de nuevo reino por unos instantes.

- Odette, creo que te debo una disculpa y quiero explicar...

- No, no tienes que - lo mire.

- Claro que si, fue mi culpa que ese imbécil te lastimara - lucia angustiado - si no hubiera insistido en vernos o si al menos hubiera hecho algo más ese día. No quería que te lastimara pero tampoco quería que descubrieran a Historia y todo el trabajo que hemos hecho. Ella ha sido mi compañera por años...

- Entiendo - solté con un tono amargo. De nuevo esa mujer - es tu trabajo Reiner, entiendo el hacer cosas desagradables por trabajo.

- No me justifiques - me miro - mi trabajo era sacarte de ahí, protegerte y no lo hice.

- No planeo presentar quejas.

- No lo digo por eso... - su rostro se torno rojo - quizá no me creas pero lo que te dije es cierto, me gustas Odette y no solo físicamente. Eres divertida y una buena persona. Ese día en el café estaba muy nervioso, me sentí igual que un maldito adolescente en su primer cita. Hacia mucho que una chica no me causaba eso - una risita nerviosa apareció en sus labios - me gusta estar contigo.

- Gracias - de nuevo silencio.

- Perdón, no quise incomodarte. - lo vi removerse en el sillón.

- No es eso - me quedé quieta tratando de desenvolver el nudo en mi mente - es que, no sé. Me cuesta entender lo que esta pasando, se siente como si fuera una obra de teatro donde todos saben lo que está pasando menos yo - lo mire, de seguro pensara que soy una tonta.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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Odette | Reiner BraunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora