EL HECHIZO DE ROTHBART (PARTE DOS)

28 3 4
                                    

La presentación había sido un éxito, sobre todo por los padres de familia que llenaron el pequeño salón que la señorita Ptrova había rentado. Ver a todos esos padres sonrientes me hizo recordar a mamá.


-Perfecta como siempre - entre los murmullos de la salida escuche la voz de Nanaba


- Gracias - suspire mientras acomodaba mi mochila - no tenias que venir Nanaba.


- Sabes que me gusta verte bailar, además vine para llevarte. Los chicos de la escuela harán una fiesta y quiero que vayas. Mike tiene alguien que te puede presentar.


- Gracias pero paso, estoy cansada.


- Por favor Odette, pronto te iras de la ciudad y ya no tendré a mi prima conmigo - hizo un ligero puchero.


- No quiero tener problemas con papá.


- Si le dices que vas conmigo no tendrás problemas


- Si - sabia que era verdad y eso me molestaba aun más - esta bien pero... - vi los ojos de Nanaba abrirse y un gesto de desagrado


- ¿Qué hace aquí? - gire en dirección a donde miraba y el aire se escapo de mis pulmones - ¿Lo invitaste?


- ¿De quién hab.... ¿Erwin?


Vi su figura resaltar entre los padres de familia que seguían hablando entre ellos o tomando las fotos a sus pequeñas con el traje de ballet. Llevaba una camisa blanca con los primeros dos botones desabrochados, un pantalón de vestir azul marino y un abrigo negro en el brazo.


-Odette, ¿le dijiste que viniera? - el tono de Nanaba se volvió más firme, sabia que a ella no le agradaba Erwin, desde el primer día dejó en claro que algo en el rubio no le gustaba.


-No, no sabia que... - me aleje de mi prima al ver al rubio caminar hacia nosotras - Por un momento creí que estaba alucinando - sonreí.


- Escuche que habría una presentación de ballet en la ciudad y quise aprovechar, nunca antes había venido a un evento como este.


- ¿Y... te gustó? - me sentía demasiado nerviosa.


- Si te soy honesto me pareció bastante mediocre - mi sangre cayó hasta el suelo - a excepción del último acto. Esa historia sobre un hombre ayudando a una dama, es interesante.


- Me alegra que te gustará - Colt y yo habíamos ensayado un pequeño extracto de La Flauta Mágica con la intensión de dar a conocer más obras de ballet. Al ser los alumnos "más grandes" queríamos motivar a más personas a interesarse en el arte.


- Te veías radiante Odette - su cuerpo se acercó más a mí dejándome aspirar su perfume. - Eres lo único que brillaba en ese escenario.


- Gracias - apenas si podía hablar. Mis piernas temblaban, quería salir corriendo y gritar con tanta fuerza pero a la vez me sentía inmóvil ante su mirada. - Quizá un día pueda invitarte a una obra de verdad, no estás niñerías - no quería demeritar el esfuerzo de las pequeñas pero para un hombre como él ver a un montón de niñas sin gracia debió haber sido aburrido.


- Me encantaría volver a verte en el escenario - sus dedos acariciaron lentamente mi mano causando choques eléctricos en todo el cuerpo.


-¿Lo dices en serio?


- Si - soltó una ligera sonrisa - ¿Te gustaría beber algo?


- ¡Odette! - la voz de Nanaba me saco del trance - debemos irnos, los chicos nos esperan - quise ahorcarla al escuchar sus gritos.

Odette | Reiner BraunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora