Odette | Reiner Braun

CAFÉ

Conocía el parque bastante bien, salía con regularidad a correr en ese lugar, me gustaban los enormes árboles y el aire fresco que siempre había. A diferencia de Mikasa que pasaba horas en el gimnasio yo tenía la firme creencia que solo correr y comer bien era suficiente, la danza se encargaba de lo demás.

Sabía que ella estaba ahí, dentro de la camioneta analizando cada uno de mis movimientos, incluso me imaginaba a Yelena con unos binoculares y una libreta anotando cada paso que cada pero deje de pensar en ella cuando lo vi.

Con una sonrisa tímida, unos vaqueros negros y una playera de los patriotas. Lucia tan atractivo que me sentí mal al haber ido solo en un conjunto deportivo tan simple.

-Hola Odette - saludo amable.

- Hola - sonreí para dispersar el nerviosismo que se iba acumulando en el estómago. - ¿ Qué? - sentía sus ojos analizar mi rostro, carajo sabía que debía al menos haberme pintado los labios.

- Nada, es que... eres más bonita a la luz del día.

- Gracias - mierda, no te sonrojes Odette.
- Entonces ¿puedes ayudarme? - levante el maletín donde llevaba la maldita laptop.

- Claro pero - busco por todo el lugar - necesitaré un lugar en el que pueda conectarme- su vista se detuvo frente a nosotros - perfecto. Vamos a ese café- señalo la pequeña cafetería pasando la acera.

-¿Estas tratando de tener una cita?

- No - Rasco su nuca - solo necesito poder conectarme a Internet, si te incomoda puedes dejarla y mañana sin falta estará lista.

- Descuida cariño - sonreí - solo te estoy molestando.

Su cuerpo se relajó y soltó una risa boba que me aceleró el pulso. Logramos atravesar la avenida para llegar a nuestro destino.

Era un lugar agradable, era pequeño pero desde que abrimos la puerta el aroma de café tostado invadió el lugar. Había pocas personas dispersas en las mesas, la mayoría eran personas que estaban trabajando en sus computadoras, otros hablaban o mensajeaban con cierta desesperación.

-Bienvenidos - saludo una chica morena con una melena rizada que se parecía mas a la melena de un león -¿quieren ver el menú o ya saben que pedirían?

- Un Caribeño para mi - dije sin más.

- Para mi un americano - sentí los ojos claros de Reiner - ¿eso existe?

- Si - dije una vez que la mesera se fue y señale el letrero detrás del mostrador - esta rico, lleva vainilla y un poco de ron. Aprendes un par de cosas cuando trabajas en una cafetería.

- ¿Tú...

- Fue antes del club, hace muchos años - mi pecho soltó un ligero suspiro.

- ¿En Canadá?

- Si - susurre.

- ¿Tienes familia allá?

"Tú tío te vio entrar en la habitación de ese hombre. Ahora dirás que mi propio hermano miente"

"Papá no es lo crees..."

"No tendré a una puta bajo mi techo"

-No - negué- solo unos parientes pero no somos cercanos.

- ¿Por qué? - sus ojos se fijaron en mi.

- ¿Es un interrogatorio? - sonríe tratando de disfrazar la incomodidad.