25.Bajo la manga

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Mónica

Me remuevo en la cama al sentir que tocan mi cabeza, sé que es ella, su perfume es inconfundible.

—Hoy no tengo clase

—¿Cómo que no?, hoy te toca Neuro no sé que

—¿Ya te sabes mi horario?— resoplo— suspendieron clase, la uni está en investigación por lo de las chicas, ¿no sabía?

—No, pero que bueno, ojalá vean algo en las cámaras, seguro las secuestraron ahí mismo

—Ok, ahora seguiré durmiendo

—Bueno, ¿qué tal si me acompañas a trabajar un rato y luego compramos unas cosas?

—Al centro comercial

Niega.

—No, vamos con mi diseñadora o mejor que ella venga

—Ir a comprar es más divertido, además no creo que tu diseñadora tenga ropa de bebé

—No, precisamente por eso me contactare con ella, le mandaré a hacer su ropa

—Vamos de compras y luego al cine- hago puchero

Hace una mueca tocando su entrecejo.

—Ok, solo un rato, esos lugares me estresan así que te advierto que no será por mucho tiempo

Se pone de pie y sale de la recámara, recuerdo lo que hablamos ayer sobre la habitación y me paro, iba a alcanzarla pero al oír una conversación con Matamoros me quedo en la puerta.

—El tipo no quiere hablar, ya hemos hecho de todo

—Mátalo

¿Cómo que mátalo? ¿Matar a quién?.

—¿Está segura?, es la única forma de saber quien está detrás de las amenazas

—No sé Matamoros, si no habla es porque tal vez es él o saben que lo matarán, ofrécele ayuda, convencelo de que lo protegeremos si coopera, intenta por las buenas, si no funciona, me llamas que yo por las malas lo haré

—De acuerdo, ¿van a salir?

—Sí, pero no te preocupes, iremos con Luis y sus escoltas

No debería sorprenderme, pero creí que había dejado todo eso atrás, no concibo como puede matar a una persona así nada más.

Altagracia

Me tomo mi pastilla diaria de cual ya estoy harta y me acerco a José Luis quien intenta ocultar sus moretones. Eso de que se agarrara a golpes con su hijo no lo imaginé, no pensé que llegaran a tanto.

Hay tanto dolor en su mirada que no se me ocurre decir nada, Lucho es su vida, su mayor motivación, siempre fue así. Desde que llegó en la madrugada no durmió siquiera.

—¿Te ayudo?

Le pongo un poco de mis polvos, se ve algo chistoso pero logra disimular el moreton en su pómulo.

—Cambio de planes, Mónica quiere ir al centro comercial

Asiente, tengo la impresión de que algo más pasó.

—Amor, desde ayer parece que hubieras visto un fantasma, cuéntame qué pasó- me siento en sus piernas

—Estoy un confundido, yo.. yo vi

—¿Qué viste?

—A otra persona, ese no era mi hijo

—Y eso que aún no sabe lo nuestro, ¿quieres que hablemos todos?

Sentencia Al Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora