Capítulo 14: Mike

252 16 44
                                    

Después de mi cita con Mónica y de acompañarla hasta su casa, caminé hacia la mía con una sonrisa que parecía imposible de borrar de mi cara. Mi mente seguía atrapada en cada momento que habíamos compartido, en cada risa, cada mirada.

Todo había salido perfecto, tal como lo había planeado. Pero había algo que no había esperado.

Nuestro beso.

Incluso mientras caminaba por la calle, todavía podía sentir el calor de sus labios sobre los míos, la forma en que su cercanía había hecho que todo lo demás desapareciera. Era como si el tiempo se hubiera detenido, como si el mundo hubiera decidido que, por un instante, sólo existíamos Mónica y yo.

Un pequeño suspiro escapó de mis labios, pero para mi desgracia mi pensamiento fue interrumpido de golpe cuando escuché una voz familiar llamar mi nombre.

-¡Mike!

Me detuve en seco, el corazón acelerándose al instante. Alcé la vista, alarmado, y entonces los vi: Bryan, Miles y John. Caminaban hacia mí desde la esquina con las manos en los bolsillos y sonrisas que sólo podían significar algo.

Problemas.

Bryan alzó los brazos como si no me hubiese visto en tanto tiempo, dándome la bienvenida.

-¡Mike! - exclamó con una falsa calidez que hizo que se me erizara la piel-. ¿Dónde te habías metido? Estábamos buscándote, la fiesta se puso aburrida sin ti.

¿Sin mi? Pero si se trataba de su propia fiesta a la cual yo había elegido no ir. Unos segundos después recordé nuestro último enfrentamiento y su amenaza que me había hecho si no iba.

-En ninguna parte - respondí con frialdad, intentando mantener la calma para no perder los estribos.

Bryan entrecerró los ojos, su sonrisa transformándose en algo más afilado.

-¿En ninguna parte? - repitió, ladeando la cabeza con exagerada incredulidad-. Eso es raro, porque juraría que te vi con alguien. Con una chica.

Mi estómago se tensó. Lo sabían, pero, ¿Cómo? ¿Nos había estado siguiendo? Mi cuerpo se tensó.

No respondí, pero mi silencio sólo pareció animarlo. Dio un paso más cerca, dejando suficiente espacio para que su tono burlesco resonara con fuerza.

-¿Quién era, Mike? - preguntó, su voz goteando con una mezcla de diversión y peligro-. ¿Una amiga especial, tal vez?

Miles y John rieron detrás de él, como si fuera el mejor chiste que habían oído en meses. Mi mandíbula se tensó, pero me obligué a no reaccionar. No iba a darles el gusto.

-No es asunto tuyo - contesté, mi tono firme.

Pero Bryan no se dio por vencido. Se acercó aún más, hasta que nuestras miradas se cruzaron, y en sus ojos pude ver algo más profundo que la burla: una chispa de desafío.

-Oh, vamos, Mike. - Sonrió, pero esta vez su voz sonaba más baja, más seria-. ¿Qué dirían tus papis ricos si supieran que te estás juntando con alguien como ella?

Mi pecho se apretó al escuchar sus palabras. ¿Qué sabe? Quise responder, defender a Mónica, pero algo en la manera en que Bryan me miraba me hizo dudar. Estaba buscando una reacción, algo que pudiera usar en mi contra, y no iba a dárselo.

-Digo, no es que a nosotros nos importe - continuó, fingiendo desinterés mientras jugaba con las palabras y caminado alrededor de mi-, pero ya sabes cómo son las cosas, ¿no? Las personas hablan.

-¿Y qué es lo que hablan? - pregunté finalmente, con la mandíbula apretada.

Bryan alzó las cejas doradas como si estuviera sorprendido de mi respuesta. Dio un paso hacia atrás y levantó las manos en señal de rendición.

El pensamiento de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora