Capítulo 2: Mike

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-¿En qué estaban pensando? - preguntó el Director.

Después de haber hecho nuestra gran reciente hazaña, el profesor Williams de Historia, nos mandó a la oficina del Director.

Cabizbaja, miré de reojo a Bryan, Miles y John que, sin importar cualquier esfuerzo que estaban haciendo, no lograban ocultar sus gestos burlones.

-¿Y bien? - volvió a insistir el director - ¿Quién va a decírmelo?

Supe que ninguno de mis tres amigos tenía el valor de hablar por sus actos, así que tuve que hacerlo yo.

-Pensamos que sería divertido - respondí sin ninguna emoción.

La verdad era que yo no había hecho nada. En el momento en el que Bryan, Miles y John rompían la ventana con el bate, yo solo me quedé recargado en una pared, fumando un cigarrillo. Observándolos.

Pero aún sin haber hecho algo, no les reclamé a ellos por involucrarme. Después de todo, yo fui un cómplice de lo que pasó. Quería que me culparan también, por más estúpido que sonara.

El Director se masajeó las sienes con el ceño fruncido y se sentó en la silla de su escritorio.

-No puedo tolerar tal comportamiento en esta institución - dijo mirándonos a cada uno con lentitud - pero como estamos en una escuela privada, y sus padres pagan por qué estudien aquí, no haré más que darles un castigo.

-Es una lástima que sus padres desperdicien su dinero en mocosos como ustedes - dijo seriamente - no se merecen estudiar aquí.

Bryan, Miles y John estaban a punto de echarse a reír otra vez pero yo solo volví a bajar la cabeza.

Él tiene razón, no merecemos nada de lo que tenemos, pensé.

No merecía nada.

-¿Cuál será nuestro castigo? - pregunté con interés al ver la falta de los otros tres.

-Serán expulsados del equipo de basketball - contestó sin volteamos a ver a la cara, fingiendo acomodar algunos papeles - sólo podrán asistir al juego de la semana que viene, desde ahí en adelante ya no más.

Al oír sus palabras, mis tres amigos dejaron de lado todas sus niñerías. Se pusieron pálidos y sus mandíbulas cayeron al suelo.

-¡No puede hacer eso! - objetó Bryan, poniéndose tan rojo como un tomate.

A veces olvidaba lo estúpido que era.

-Claro que sí, soy tu Director - dijo sin necesidad de elevar la voz - ya he tenido suficiente con todas sus tonterías, merecen un castigo como este.

Siendo honesto, a mi no me podía importar menos lo de la expulsión del equipo de basketball. No era que lo odiara, solamente era una distracción y un intento de encajar con los demás.

-Le diré a mis padres - amenazó Miles - ya verá lo que pasará.

El Director solo rió con sarcasmo.

-Esto es muy irónico, - dijo ajustando sus lentes - de hecho, tus padres fueron los que sugirieron esta estupenda idea si algo como su última travesura volvía a suceder.

Nuestra última "travesura" fue hace algunos meses. Nos fugamos a la escuela en media noche y rayamos las paredes de esta con aerosoles. Nos descubrieron gracias a los videos de las cámaras de seguridad.

Yo ya sabía que nos descubrirían pero aún así les seguí la corriente.

Bryan y John miraron a Miles con molestia. Miles simplemente se sonrojó de vergüenza.

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