Capítulo 4: Algo de mi pasado

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-Mmm...vaaale.-Dijo Thomas tartamudeando

-Haz estado mucho tiempo con ella, ahora es nuestro turno-Dijo Sean.

-Está bien. Me voy- Dijo Thomas al llegar a la puerta.

-¿Lo Quieres?-Dijo Manson entrando a la habitación

-¿A quien?- Pregunté desconcertada.

-Al estúpido de Alan-Dijo Manson rodando los ojos.

-No obvio no, Alan es un tarado- Dije intentando parecer estar brava

-Bueno, porque al próximo que se quiera acercar a nuestra hermanita, estará muerto ese mismo día- Dijo Sean y volteó a mirar a Thomas que siguía en la puerta escuchando la que decíamos

Me volví a sentar en la cama un poco incómoda con la conversación. Me sentía como una niña pequeña a la que sus padres le prohiben cosas. En mi caso, esos padres vienen siendo mis hermanos.

Ya mencioné que Sean y Manson son mellizos, por eso estudian juntos y son inseparables, un poco diferentes, pero si en algo estaban de acuerdo era en hacerme la vida imposible o bueno después de lo que me paso están en ese plan, no me quitan los ojos de encima en cierta forma lo agradecía. Me hacían sentir querida, y demostraban que les interesaba lo que ocurría conmigo.

*tres semanas antes*

-No sabes que es lo mejor para tí, yo sí. Ademas tienes que aprender modales. Irás a un campamento que es muy bueno para gente como tú. Tal vez ellos de pronto me ayudan a criarte y enseñarte a vestir de manera normal y no como un niño-Dijo mi mamá siempre sonando odiosa- No te comportas como una chica, así como tu mejor amiga , ésta....-Se quedó tratando de recordar el nombre de Natalia, y obviamente no lo logró- Esa que viene aquí y es toda rara y bueno hay muchas chicas como tú ellos también están....

Se me cayó una lágrima

-¡¿Qué mamá... locos?!. A ti que te importa como me visto -Dije enojada- Ya se que estas muy decepcionada de mí, pero que no me puedes seguir echando la culpa toda la vida de lo que nos paso a las dos, te vengas de mí...-Dije sollozando- Yo también sufro, y no paras de decirme que soy un error , pero el error de todo ésto no soy yo. Eres tú, eres una alcohólica.- Dije controlándo mis lágrimas.- ¿Sabes qué?, la culpa fue de mi abuela ¡¡¡por no usar condón!!!

En ese momento sentí una cachetada, la miré a los ojos.

-Te odio-Grité con la mano en la mejilla.

-Tú-Dijo señalándome- Tú tienes la culpa de todas mis desgracias, y no te atrevas a decir que nos paso lo mismo. No te compares conmigo, él no termino contigo- Se rió, sabía que se refería a mi padre-  Sabes, veo su mirada en tus ojos, me das asco- Tomó un poco de su vino y se fue. Casi se cae pero se mantuvo en pie.

Mamá no es la misma desde que el papá de los chicos la dejó, o eso es lo que ellos dicen, yo siempre la he visto igual acabada, alcohólica de todo, cruel conmigo. Haciénsdome la vida insoportable.

Yo me quede inmóvil llorando, fui a empacar mis cosas y mi ropa de "chico", si estoy muy jodida debo irme, así al menos podré descansar de éste caos  y quizá me ayuden a despejar  la mente, de pronto eso es lo que necesita la gente loca como yo.

Los chicos me iba a llevar al campamento, recogieron mis cosas y las llevaron al auto. Allí iba yo una chica loca muy flaca para mi salud, últimamente no podía comer y solo tomaba agua y esa agua la vomitaba, lo bueno de todo esto era que el campamento solo duraba una semana.

Mi CodigoWhere stories live. Discover now