Capítulo 26 : Número 11

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Me quedo paralizada y ahí estoy yo apunto de salir corriendo. Como puedo salgo de en medio de mis hermanos y corro por los pasillos del colegio, la verdad no entiendo que me pasa, cada vez que veo un problema huyo. Creo que es mi naturaleza, mi modo de defensa.

Llego al campus, estoy en la mitad de la cancha de fútbol, miro al cielo y me tiro en el suelo.

En momentos como éstos es cuando odio mi vida. ¿Por qué siempre hay algo que empaña los momentos agradables?

Es lindo imaginar un mundo donde Will es un supe-papá, yo una super-mamá y justo en el medio hay dos hermosos niños de ojos azules y verdes, esa vida sería mi finales para siempre... Pero la vida no es así, abro mis ojos y sigo tirada en el suelo y de pronto una gran sombra aparece en mi campo de visión.

-¿A qué juegas nena? - Habla Will.

No puedo ver bien su cara por la luz, así que entrecierro un poco los ojos.

Decido cuestionarlo sobre algo que he querido que me conteste desde hace días, pero no me atrevía a preguntarle.

- Sabes... no entiendo como un chico malo como tú puede llegar a ser tan lindo - le digo al levantarme y verlo a los ojos.

Se acerca y me tiende la mano para que me levante, gustosa la tomo.

Estando a su lado me dice:

- Cariño te diré un secreto - se acerca a mi oído - por dos razones

Me deja curiosa, así que lo insto a que continúe

- ¿Ah si? - respondo siguiendo su juego- serías tan amable de decirle a tu novia tu secreto - Al pronunciar esas palabras siento tan hermoso

- Primero, yo se que soy lindo amor, soy un chico hot - Mueve las cejas seductoramente y se levanta la camisa como si posara para una sesión fotográfica. Lo bueno que soy la única espectadora - Segundo, porque así mi amigo de abajo consigue diversión. ¿Algo que refutar a mi comentario?

Me río mucho y me le acerco con mucho valor (supuestamente) pero mis piernas son gelatina, rápidamente agarro partes encima del pantalón.

Se queda congelado y aprovecho para advertirlo.

- Tu amiguito necesitará menos diversión de chicas, al menos si quiere conservar a su hermosa novia- lo suelto y de alguna manera él deja de aguantar aire. Me volteo para irme pero me detiene.

Me siento valiente pero por dentro estoy con la adrenalina al máximo.

- Desde que tus amiguitas...- toca mi busto por encima de la blusa, y se siente tan bien , no tengo miedo de nada, desliza su mano y la posa sobre mi mini damicela en apuros - son más notorias, no puedo resistirme a que sean mías - muerde mi oreja, me retuerzo dentro de mí al sentir esa sensación que me está provocando.

Wow, simplemente wow.

Creo que en cualquier momento cederé a él. Espero que mi fuerza de voluntad no se quede a un lado.

- Ellas no hacen nada malo, siempre se controlan - lo volteo a ver, pongo mis brazos sobre sus hombros en forma de abrazo. En tono seductor le digo - ¿Qué me dices tú?

Veo que está tratando de controlar sus pensamientos antes de responder.

- Si sigues así, te juro que te te haré mía aquí mismo - me dice y veo como sus ojos brillan

No dudo que lo diga en serio. Obviamente no ahora ya que hay gente alrededor. Así que lo provoco.

- Sería fantástico, no me gusta la monotonía, así que sería mi primera vez en una cancha de fútbol - jugueteoy observo que está batallando para seguir frenando sus pensamientos.

Mi CodigoWhere stories live. Discover now