Mi Codigo

Capítulo16: Házme tuya

Bailamos pegados y me encantaba mover las caderas al ritmo de la música. Sean me enseñó a bailar, fue gracioso por que él me obligó, yo no quería aprender. Sonreí al recordar ese momento.

-Bailas muy bien hermosa- Habló a mi oído Nick

-Lo sé- Entonces lo miré a los ojos, y me lancé a sus labios. Besaba tan bien, era como tierno y su lengua juguaba con la mía, me separé- Me voy a buscar licor.

Necesitaba respirar y procesar lo que había hecho. Es verdad que dije que hoy sería otra yo, pero aún no me acostumbro. Debo ser decidia sin pensar tanto, me regañé a mí misma.

Encontré a Nat en la cocina con el mismo chico de la otra vez, le hice una seña con los ojos pero me ignoró,  así que continúe mi búsqueda por licor. Entonces ví Will besándo a la misma chica de las carreras, por alguna razón que desconozco mi pecho ardió, era un sentimiento horrible que ya había sentido antes, los malditos celos son terribles. Salí corriendo de la cocina y encontré licor en la mesa, luego me acordé de la reserva de mi mamá...

Subí corriendo las escaleras y me encerré en la habitación de mi mamá, por lo general olía horrible y estaba desordenada además estaba prohibido subir aquí, al menos eso nos decía mamá; pero para mí venir aquí me hacia tener un calor de madre que no sentía ni teniendo a mamá cerca mío. Miré debajo de la cama ¡¡¡Bingo!!! ahí estaba la botella de mamá, la bebí toda como si de agua se tratara, amo el whisky.

Volví a la fiesta y visualicé a Alan, fui hacia él y lo saludé; hace rato no hablaba con él y desde lo del incidente en el apartamento de Will no me quería acercar a él.

-Hola, lindo tatuaje - Dijo seco

-Creo que sí, aunque no se ve bien - Respondí

-Lo vi cuando usabas el short e intentabas que tus hermanos no lo vieran. ¿Sabes que es lo más curioso? Que vi ese mismo tatuaje ese día en otra chica , ¿Hace cuánto te lo hiciste? ¿Antes o después de meterte en la cama de Will?- Me habló demasiado enojado, me hizo ponerme rígida y tener miedo, mis manos sudaban.

- Eso... eso no te importa- Respondí titubeante.

-Ya sé que no es de mi incumbencia Kate. Ahora vuelves hermosa, cambiada del lugar donde estabas y crees que tu posición es ser una puta- Me dolían sus palabras, y las lágrimas picaban por salir 

- No me hables así que no tienes ningún derecho, siempre he dejado que me trates como un trapo con el que puedes limpiar el piso sólo porque me gustabas pero siempre eres y serás un asco de persona- Hablé fuerte e hice mis manos puños

-¿Te gustaba? - Fue lo único de dijo. Al parecer mi confesión lo tomó por sorpresa.

-Que te importa maldito puto que salta de cama en cama y se atreve a decirme a mí que soy la puta aquí- No pude detener más mis lágrimas y al fin salieron.

Esta hecha una furia. Que él precisamente me dijera esas palabras me dolió.

-Te diré algo que creo que nadie nunca te dirá o tal vez sí- Esperó un momemto y agregó- El hecho de que cambies lo que tienes por fuera y trates de ser una puta no cambia que eres y serás un marimacho. Eso lo traes adentro niño y...

Interrumpí lo que sea que iba a decir, no lo pensé dos veces y le pegué un puñetazo en toda la cara, nunca pensé que  haría algo como eso.

No quería seguir escuchando lo que me decía.

-¿Qué pasa aquí?- Preguntó Manson muy serio viendo a Alan y luego a mí.

-Nada,  sólo que Alan se tiene que ir- Le respondí la pregunta a mi hermano.