Mi Codigo

Capítulo 17 : El Miedo

*** Narra Will

Después de lo que acabo de escuchar en verdad quiero hacerla mía, y no sólo en este instante, la quice hacer mía desde el momento en que llegó con Lucy, ví en ella tanto brillo en su mirada y a la vez tristeza , quería desifrar a esta chica , era como un código.

No lo pienso dos veces y la jalo, corremos escalera arriba antes de que alguien nos vea y me arruine el plan.

-Mi habitación es la del fondo- Habla, noto que su tono esta lleno de excitación y miedo , pero muero por quitarle ese vestido.

Desde que la ví al entrar y bailar tan pegada con Nick me enfadó, no lo voy a negar.

Ese chico y yo tendremos problemas, llega a este pueblo y se cree el dueño de todo.

Entramos en una habitación y todo esta oscuro, pero logro distingir posters de jugadores de futbol y juegos de Xbox.

No parece el típico cuarto al que me llevaban las chicas a que las follara, generalmente era todo lleno de color y parecían vomitados por un unicornio, tal vez Kate me trajo a la habitación de uno de sus hermanos.

- ¿Es tu cuarto?- Me gana la curiosidad

- Si- Respondió con timidez.

Dejo la charla a un lado y la beso, ella se deja llevar por mí, mis manos pasan por su culo; había querido hacer esto desde hace tiempo, ella no sabe donde poner sus manos y lo hace de una manera torpe pero a la vez sexy.

Le bajo el vestido y sus hermosos pechos redondos salen al aire, ese par son míos esta noche, paso mi lengua por mi labio quiero saborearla, le beso sus pechos con delicadeza, los chupo y los disfruto como si de chocolate se tratase, me levanto para subir a sus labios, pero ¿Qué está pasando? Me congelo y veo que ella está llorando, hay lágrimas saliendo de sus hermosos ojos.

-¿Qué sucede?- Pregunto porque tengo miedo de haberle hecho daño.

-No me toques- Lo dice en un susurro.

Tal vez la lastimé de alguna manera.

- ¿Te hice daño?- Pregunto tratando de tocar su brazo.

- ¡¡¡Que no me toques!!!- Grita.

Ella busca su vestido con desesperación, estoy muy confundido.

¿Qué acaba de pasar? por lo general las follo y lo disfrutan además ella se veía muy fácil.

Corre hacia un rincón de la habitación tratando de huir.  Voy hasta ella, me quito la camisa negra y se la entrego, la recibe sin verme a los ojos y se la pone en medio de su llanto, vuelve a sentarse en el suelo y abraza sus pierna.

Esto no me gusta para nada. Se ve muy afectada.

-¿Hice o dije algo malo?- Es lo único que logro decir.

- Tú no - Responde limpiándose las lágrimas de manera brusca- Las perras malas no lloran, Las perras malas no lloran - Repite una y otra vez en susurros tratando de mentalizarse

- No eres una perra ni eres mala- Digo con toda la sinceridad posible esperando que se tranquilice- Nena lo que haya ocurrido está en el pasado, ahora me tienes a mí.

Me agacho y la abrazo, al principio no corresponde pero después me abraza, sólo la escucho llorar en mi pecho mientras peino su hermosa cabellera.

Creo que necesita desahogarse y yo estaré aquí para ella.

No creo que sea conveniente insistir en qué le pasa o porqué se comportó así.