· C I N C O · "Rocecillos" y mi vecino barra niñero

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-¡Serás zorra! -gritó Megan levantándose del puff.

-¡Ups! -fingió Rebecca poniendo cara de sorpresa- Enviado.

Ahora mismo, tenía ganas de estrangularla con sus propias extensiones.

-Creo que te lo pensarás mejor antes de arruinar mi cita con Tyler, Fiona -añadió con una falsa y cínica sonrisa.

Decidido. Iba a estrangularla.

Avancé rápidamente hacia Rebecca, con paso firme. Su cara cambió drásticamente cuando comprobó que iba a por ella. La agarré de las extensiones, arrancando un puñado de pelos que quedaron en mi mano.

-¡La has cagado Hastings! -gritó furiosa.

Se abalanzó sobre mí, cayendo ambas en la gran alfombra que cubría esa parte del suelo. Bueno, al menos no estaba duro. Se posicionó encima de mí, agarrándome del cabello y tirándome de este. Le atesté un puñetazo en el ojo, y ella me lo devolvió con un arañazo que cubría desde la mejila derecha hasta el labio superior.

-¡Vamos, Samantha, mátala! -escuché.

-¡Skyler! -la regañó Megan.

Por desgracia, y para suerte de Rebecca, los guardias de seguridad se percataron de nuestro "rocecillo".

-¡Eh, eh! -pude oír los estridentes pasos del gordilflón del segurata, junto con su alto y fortachón compañero. La has cagado, Samantha, pensé para mis adentros.

El guardia con una placa donde leía "Fred" agarró a Rebecca de la cintura, separándola de mí. El otro restante, se encargó de retenerme para que no me escapase a seguir con la pelea.

-Les estará prohibida la entrada al local comercial "Forever 21" durante un plazo de veinte días, así como deberán pagar una multa de 40 dólares cada una por los desperfectos causados en la tienda: dos maniquíes rotos y cardígans y joans ya inservibles -dijo el policía terminando de leer nuestras acusaciones.

Unas pequeñas risas se apoderaron de mis cuerdas vocales al oír como el viejales del funcionario pronunciaba mal el nombre de las prendas.

Después de la pelea, nos llevaron a la pequeña comisaría del centro comercial, donde llamaron a nuestros padres, y nos echaron una larga, larguísima regañina sobre lo mal que estaba eso de pelearse, puesto que éramos dos chicas con "buenas pintas" (palabras textuales del poli) y que no debían montar un escándalo por rocecillos amistosos que se acabarían solucionando. Yo simplemente me reía mentalmente en la cara del policía. ¡Por favor, si no es más zorra porque Taylor Swift no tiene tiempo suficiente para enseñarla!

Megan y Skyler me esperaban a las afueras del centro comercial, cerca del coche. Por desgracia, también se encontraban allí mis padres, lo cual me sorprendió.

-¿Vosotros no os teníais que ir de viaje por no se qué cosa del trabajo? -pregunté a ambos.

-¡No cambies de tema, jovencita! ¡¿Te parece bien lo que has hecho?! -gritó mi madre.

Bueno, bien, lo que se dice bien no estuvo, pero sí que te quedas a gusto después de darle su merecido a esa idiota.

Obviamente, si le llego a soltar eso a mi madre, tendría que comer puré para el resto de mi vida por la santa paliza que iba a darme.

-No, mamá -decidí responder con la cabeza a gachas.

-Bien, porque estarás castigada sin salir durante las próximas dos semanas -sentenció.

-¡Pero mamá! -rechisté.

-Nada de peros, Samantha. Estás castigada. Y ahora, métete en el coche, te esperan largos días en casa -a veces pensaba que mi madre disfrutaba con mis torturas.

Dirigí la mirada a mis espaldas, donde se encontraban mis amigas a escasos metros, agitando sus manos a modo de despido y con cara de "Tranquila, esa capulla se lo merecía".

Cuando llegamos a casa, tuve que aguantar otra charla de una media hora de reloj por parte de mis padres. Bueno, más bien de mi madre. Mi padre solo se dedicaba a asentir y a agitar el dedo índice. Creo que formaba parte de "No puedo ser la única que la reñage, Cedric, al final acabará pensando que soy mala". No, para nada. Mi madre es una santa. Nótese el sarcasmo.

Después de la discusión, mis padres se marcharon arriba. Yo preferí quedarme abajo, no me apetecía cruzarme con ellos. Un sonido me despertó del ensimismamiento de Dylan O'Brien sin camiseta en el ordenador. Le dí al "pause" y me apresuré a abrir la puerta.

Cerré esta de un portazo en cuanto vi de quién se trataba. Volvió a llamar al timbré.

-¿Qué quieres, idiota? -le espeté a Tyler.

-Vaya, qué hostilidad. Se supone que era yo el que estaba enfadado -respondió asqueado a pesar de su falsa sonrisa.

-Hasta que me llamaste gorda -remarqué.

-Te dije que no era mi int...

-¡Tyler! -lo interrumpió mi madre mientras se dirigía a nosotros con una gran sonrisa.

-Hola, señora Hastings -respondió él.

-Por favor, llámame Melissa -¿Y esa actitud de mi madre hacia el idiota?- Vamos, pasa, no te quedes ahí fuera.

¿Le estaba invitando a entrar? Al parecer, sí.

Me eché un poco hacia un lado para que pudiera pasar.

-Samantha -me llamó mi madre mientras cerraba la puerta- Hemos tenido que retrasar el vuelo por ti, no hagas que ahora perdamos este. Compórtate bien con Tyler hasta que venga tu hermano esta noche.

Parpadeé varias veces intentando averiguar si esto era una fantasía.

-¿A qué te refieres, mamá?

-¿Cómo que a qué me refiero? -me miró fijamente- ¿Eres tonta, Samantha? Tyler se quedará aquí contigo hasta que vuelva tu hermano. Nosotros nos vamos de viaje y no volvemos hasta el Jueves.

-¿Cómo? -dije atónita.

-Samantha, a veces creo que no eres mi hija. No sé de donde habrás sacado esa inteligencia tuya... -lo dijo en tono de broma para que no sonara ofensivo, pero en verdad lo era.

-¿Es que no te fías de mí? -pregunté ofendida.

-¿De veras quieras que te responda después de lo de esta tarde?

Pude escuchar como Tyler se aguantaba su espantosa risa carraspeando y jugando con los sonidos que su garganta producía. La mirada asesina que le lancé fue suficiente para que se callase. Un momento, ¿acaso se habría enterado? Por lo visto sí.

Mi madre cogió las maletas que mi padre cargaba bajando de las escaleras.

-Adiós, Samantha -dijeron saliendo por la puerta.

De veras, a veces pensaba que no me querían.

-¿Eso es porno? -dijo Tyler riéndose al ver a O'Brien sin camiseta en la pantalla de mi ordenador.

-¡Oh, Tyler, cállate! -grité furiosa.

Me esperaba una noche muy larga.

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Hey! Lo primero, que conste que soy fan total de Taylor Swift, por el comentario de Samantha en la novela. No tengo nada en contra de Tay, pero ya saben, las verdades duelen.

Lo segundo, en la Multimedia tenemos al seeexy súper seeexy de Tyler.

Y lo tercero... ¿Qué les parece la novela? ¿Va cogiendo forma?

Por cierto. ¡IMPORTANTE! A partir de ahora marcaré un horario para subir los capítulos de esta novela, puesto que tengo otra en curso, más la publicidad, las portadas, y algunos proyectos que tengo en camino. A partir de ahora, subiré los capítulos los Martes y Sábados. Espero que les guste mi elección de los días. No me retrasaré subiendo los capítulos. Palabra de escritora!

Besos!

~Laura

The DUFF • [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora