[ꪻꫀꪑρꪻ꠸ꪀᧁ] •SooKai•

Capitulo/22

Sus bocas se movían de manera coordinada y lenta, aun con la presencia de sus lenguas, degustando del sabor del otro y con toda la ropa regada en el piso del cuarto de Huening Kai.

El cuerpo del mayor aun seguía con el bóxer acostado boca arriba en la cama mientras es besado por esos desesperados labios del menor, que lo llevaban a otra dimensión en este preciso y acalorado encuentro.

Soobin fue bajando sus besos, besando la comisura de los labios acorazonados, luego la mandíbula hasta terminar en el aquel delicioso cuello acanelado donde comenzó a chupar y lamer, marcando con mordidas a ese Hyung que gemía su nombre sin cesar.

- Bin...

- Huening Kai...

Una ola de sensaciones se volcó contra sus cuerpos, la excitación comenzó a adueñarse de ambas pieles, sintiéndose tan cálidos por el tacto del otro, casi como que se sentía diferente a las otras veces que se tocaron.

El cuerpo de Huening Kai fue girado con delicadeza, el rubio lo tomo de las caderas inclinando un poco su cuerpo haciendo que el trasero acanelado quedara elevado y la mejilla de pelinegro quedara aplastado contra el suave colchón.

Fue dejando pequeños besos húmedos sobre la nuca de su Hyung, bajando por toda su espalda hasta la curva que llevaba a ese redondo trasero, al mismo tiempo que uno de los pezones es estimulado por los largos dedos de Soobin.

Quería amasar ese culo, los deseaba tanto, así que lo hizo, no sabría cuanto tiempo se perdió en el pero los leves pellizcos, los apretones, tan hermoso y perfecto como su dueño, no podía parar.

- Soo-.. b-beso, quiero-..

No llego a terminar puesto que Soobin cumplió con lo que quería, dejando de la lado los juegos previos solo para besar a Huening Kai de una manera sucia pero caliente, sintiendo como el agarre en su cuello se intensificaba para no separarse.

Obviamente las caricias no cesaron, cada uno de los tactos que Soobin le dedicaba lo sentía como quemaduras, sintiendo como su piel acanelada ardía bajo esas expertas manos, que sabían donde tocar para llevar al cielo y gemir como si estuviera en celo.

- Me encantas, bebé - susurro el rubio mientras jalaba el labio inferior contrario de un solo mordisco.

El cuerpo del menor cayo de espadas contra el respaldar de la cama, atrayendo al mayor para que se sentara a horcajadas volviendo a unir sus labios entre pequeñas sonrisas.

- ¿Puedes saltar?, ¿puedes hacerlo, bebé? - le propuso con una voz seductora que Huening Kai no era capaz de negar.

Haciendo caso, Huening Kai empezó a mover sus caderas en forma de circulos encima del miembro de Soobin, que lo sentía crecer bajo su trasero, deleitándose de placer al ver la expresión bajo suyo cuando lo hizo.

- L-Lo hago... Mhgg~.. ¿lo hago bien? - pregunto con algo de preocupación entre un gemido, un sonido entre ronco y agudo abandonado su garganta.

¡Dios!, es tan inocente y excitante a la vez, ¿cómo podría estar haciéndolo mal?.

- De maravilla, amor - contesto meciendo con un poco más de fuerza aquellos movimientos.

Huening Kai tiro su cabeza hacia atrás gimiendo de la misma forma, con ojos cerrados y la boca entre abierta, otra imagen guardada en la memoria de Soobin.

Antes de poder desesperarse aun más y cometer una locura, debía preguntar, preguntar antes de seguir con lo que estaban haciendo, Soobin no quería asustar a su Hyung.

- Huening... ¿tu quieres hacerlo?

pregunto parando con los movimientos de aquel pelinegro malditamente bueno.