[ꪻꫀꪑρꪻ꠸ꪀᧁ] •SooKai•

Epílogo

Soobin detestaba los trabajos de Huening Kai, ¿por qué?, fácil, no sabía cuál le caía peor.

Para empezar, su novio y ahora prometido, no podía dejar la empresa como si nada, por lo que era modelo como empresario a la vez.

Obviamente sabemos porque a Soobin, a pesar de estar feliz por su chico, detestaba el modelaje, todo el mundo lo veía, ahora todos tenían sus ojos puestos en Huening Kai cuando caminaba por una pasarela, cuando lo veían en la pantalla grande del centro o cuando le sacaban fotos.

Tranquilamente se pudo haber acostumbrado a eso, pensando que en la empresa su hermoso pelinegro estaría a salvo, pero no, hace cuatro meses firmo con unos socios y resulta que ahora son amigos ¡y joder que le hervía la sangre de tan solo pensarlo!.

Si no eran los fotógrafos babosos, eran su grupo de amigos empresarios llamados Park Seojoon, Choi Wooshik, Park Hyungsik y un tal Peakboy, que para su gusto personal era un pésimo nombre.

Soobin los detestaba, era evidente que adoraban a su novio, parecían buenos amigos, pero lo que más le cabreaba que estos estaban encima de Huening Kai todas las putas horas que llegaba a la oficina, ¿Qué acaso no tiene su propia empresa para molestar?.

Lo malo, es que su nene es un angelito, es amable con todos y era por demás de generoso, tanto que a veces no nota las dobles intenciones que tiene muchos cuando lo conoce tan inocente como lo es en realidad, pero para eso estaba el, para quitar cualquier idiota del camino.

Pero esos detalles ahora no importaba, ya que estaba comprando unas rosas bien rojas para el amor de su vida porque hoy cumplen tres años de pareja, por lo que se me emocionó mucho, compro varias cosas que con esfuerzo oculto en la casa y otra sorpresa extra que sabía que Huening Kai no se la esperaría por nada del mundo.

Actualmente eran las diez de la mañana, sabía que hasta la una Huening Kai no aparecería, por lo que tenía tiempo de envolver los regalos y cocinar algo perfecto para su chico.

Ya con las rosas en sus manos, tuvo que caminar sonriente por las calles de camino a casa, nada iba a salir mal con su plan, estaba todo fríamente calculado y sabía que a Huening Kai tenía la agenda desocupada para el resto del día, lo cual ayudaba mucho.

Entro sonriente a la casa, dejo las rosas en la mesa con mucho cuidado mientras iba a buscar todas las cosas así poder armarlas en la mesa tranquilamente hasta la llegada de su chico.

-El verano ya se ha extendido en el aire... Ya sopla la brisa... Se va la última ola de frío... Los días se hacían cada vez más largos... Pero mis días seguían y seguían y seguían... Me mojé en la ducha de sol y miré hacia el cielo nocturno...

Canto en voz alta una de las canciones que había preparado para este aniversario, había tardado meses en hacer y al fin logro terminarla con éxito para poder cantarla a su chico.

Agarro todos los regalos y papel para envolver con todo lo necesario para hacerlo lo más prolijo posible, luego fue corriendo a la cocina y lleno un florero con agua para después poner las rosas en el centro de la mesa.

-Bien, Soobin... manos a la obra - se dijo así mismo agarrando primero las bolsas de Gucci, las cuales tenían dos prendas que sabían que Huening Kai había querido comprar desde la semana pasada.

Agarro el papel morado con pequeños dibujos y luego envolverlas como envolvían los huevos de pascua, viéndose bien, pensando que tal vez le saldría mal, pero viendo de cerca quedaba bonito y como un gran regalo.

Las ajusto con un moño de color blanco, siendo muy cuidadoso con no romperlo, pero también queriendo que se vea lindo y así hizo con la siguiente bolsa, dejando los primeros regalos al lado de las rosas con una sonrisa orgullosa.