One Shot. Percy Jackson y los héroes del Olimpo

39. Antes de Conocerte, Era Buena Persona

THALICO.

Thalia corrió hacía la puerta justo al tiempo en que Nico la atrapaba, envolvió sus dos brazos en la cintura de Thalia, apoyo su cabeza en el hombro de la chica y dejo un sonoro beso en su mejilla, Thalia cerro los ojos intentando no caer en los juegos del hijo de Hades, pero era bastante imposible rendirse a sus encantos.

- Nico si no vuelvo... si no... - empezó ella poniendo sus manos en los brazos del chico

- ¿Hmm? - pregunto él besando su cuello, animándola a seguir su oración

- Jason... va a sospechar... si no vuelvo... ya Nico, no lo hagas mas difícil - rogó ella tratando de deshacer su abrazo

- ¿Acaso no te gusto la noche que pasamos? - preguntó él deteniendo sus besos para mirarla

- Claro que me gusto - contesto ella respirando hondo

- ¿Y aun así tu quieres irte? - pregunto preocupado

- Jason debe estar como loco - contesto ella - No fui a dormir a la cabaña y si quiero seguir manteniendo esto en secreto... me tengo que ir

Nico volvió a besar su cuello y apretó mas a Thalia a él, ella quería irse pero Nico se lo volvía muy complicado, ya le estaba costando respirar de tanta cercanía entre ambos, pero sabía que si no iba a su cabaña, su hermano ya no iba a creer en su palabra y se iba a poner a investigar, y si hacia eso su relación con Nico no iba a quedar mucho en secreto.

- Jason no va a descubrir nada, de eso me encargo yo - contestó él haciendo círculos en el abdomen de Thalia con su pulgar - Tengo la mejor persona para el trabajo

- Ya mi amor... - Thalia se dio la vuelta para quedar frente a frente con Nico - Nada me gustaría mas que poder quedarme contigo en la cabaña un rato más... pero mi hermano debe estar echando chispas y Piper no va a poder cubrirme toda la vida

Nico le dio un suave y lento beso a Thalia, cuando se separaron con mucho esfuerzo Nico la soltó para que ella fuera a su cabaña, todavía no era la hora del desayuno pero iba a ser difícil que Jason no se quedara despierto esperando a que ella volviera.

Nico se sentó en su cama, agarro la remera negra que estaba en el suelo y se la coloco, acomodo a su cama y en el suelo se encontró con uno de los brazaletes de Thalia, lo guardo en su pantalón y luego fue al baño para lavarse la cara.

Salió camino al comedor, cuando llego tomo su desayuno, izo su ofrenda a su padre, se sentó en su mesa y comenzó a desayunar, cuando iba a mitad de su comida Thalia entro acompañada de su hermano, ambos se sentaron a comenzar su desayuno y hablaban animada-mente.

Cuando Nico termino se levanto y se paro en la entrada del comedor a esperar a que su novia saliera, cuando ella salió le paso su pulsera y ella lo tomo rápidamente, para seguir su camino a la arena.

- Te espero en el bosque luego de la cena - le susurro él antes de que ella se fuera

***

Nico estaba sentado en el suelo esperando a que Thalia llegara de una vez. Fue entonces cuando escucho los pasos de una persona, se levanto y allí se encontró con la hermosa de su novia Thalia.

Ambos habían decidido tener una relación en secreto para que sus padres no se metieran en eso, apenas Thalia estuvo junto a él le dio un beso poniendo ambas manos en sus mejillas.

- Te amo - susurro ella cuando se separaron

- Yo también - contesto sonriendo - ¿Cómo hiciste para escapar de tu hermano? Una mentira?

- ¿Sabes algo Nico? - susurro ella sonriendo - Antes de conocerte a ti yo era buena persona

Ambos rieron y Nico volvió a darle un beso en los labios, entre beso y beso ambos sonrieron.

Nico amaba a Thalia con todo su corazón, por mas que tuvieron que mantener su relación en secreto, que nadie lo supiera, que sus amigos no supieran lo que contaban, tampoco les importaba lo que pensaran los demás, porque para ellos no había nada mas importante que el amor que se tenían mutuamente.

- Así que tu eras muy buena persona antes de conocerme a mi... por alguna razón no te lo creo - le dijo él sonriendo

- Tu no me crees - contesto Thalia con cara de nena triste - Eso me duele mucho Nico

Él se río y la beso para callarla, amaba tanto a esa chica, que le parecía algo extraño, nunca había amado tanto a una persona como para sentir que el aire le faltaba de solo saber que estaba mal.