166- Ya No Importa

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CALEO


Era en aquel momento, cuando las lágrimas caían por sus mejillas y apretaba con fuerza la almohada para que nadie la escuchara, cuando ella en verdad se preguntaba si era momento de despedirse de todo. Llevaba tiempo con ese pensamiento, ¿quién la extrañaría si se iba? Nadie. Tal vez su padre soltaría una lágrima, su madre pensaría que fue lo que paso y su hermana no entendiera que estaba ocurriendo, pero no estaba segura, de que alguien llorara de verdad en su funeral, que llorara porque le dolía enserio su partida.

En todo el tiempo que llevaba sobre la tierra, no había hecho muchos amigos, todas las personas que conocía, resultaban formando un gran pozo en su interior, aquel donde tiraban desperdicios, que llegaban a su corazón y le provocaba una fuerte punzada de dolor.

Todos la lastimaban, pero ninguno lograba darse cuenta, porque ella solo sonreía ante cada insulto y reía por cada puñalada.

Sin poder aguantar un segundo más en ese estado, se puso en pie y salió por la ventana, no tenía idea de hacía donde se estaba dirigiendo, pero daba igual, solo quería liberarse de ese dolor que le apretaba el corazón con fuerza. A medida que caminaba, pequeñas imágenes de momentos felices volaban por su cabeza, parecía como si su mente anticipara sus acciones, y intentara detenerla, pero nada la haría dar la vuelta.


***


Miró hacía abajo, los autos pasaban a toda velocidad por debajo, se pregunto cuantas veces habrían saltado de ese sitio, deseando ponerle punto final a su vida, ¿por qué tenían que llegar a ese punto? ¿dónde estaba eso de que, la vida se pone mejor? Calypso había intentado que su vida fuera mejor, pero siempre ocurría algo, que terminaba por arruinarlo, echando sus esfuerzos de un cuento final, a la basura, junto a todo los momentos felices.


— ¿Estás segura que quieres saltar? — giró su cabeza con sobresalto, a unos metros a la distancia, apoyada sobre la barandilla, había otra chica — No creas que te voy a detener, pero, tienes que estar segura de lo que haces, ya sabes, de la muerte no vuelve nadie

— Estoy segura de eso


La chica le dio una calada a su cigarrillo y luego soltó el aire, la volvió a mirar, no esperaba que la detuviera, solo le sorprendía la indiferencia con la que actuaba, como si se hubiera parado muchas veces en ese sitio a fumar un cigarro, mientras otra persona saltaba a su muerte.


— A veces olvido que no tengo que hablarles — arrojo su cigarro al suelo y lo piso para a pagarlo — Porque cuando lo hago, suelen dudar de sus acciones y se retractan — empezó a caminar hacía ella — En mis mejores días, te diría que busques coraje y afrontes la vida, que pienses en aquella persona, que espera un texto tuyo y nunca llegara — al llegar a su lado, pudo notar varias cosas en ella, que no había notado antes — Pero no estoy en mis mejores días, así que, ¿vas a saltar o no?

— ¿Por qué se supone que tengo que vivir? — su voz había salido como un suave susurro, jamás había pronunciado esas palabras en voz alta, siempre era en su cabeza

— No lo sé, no puedo decirte las razones por las que tienes que vivir, pero te diré las mías, hay una persona en esta ciudad, que ahora mismo esta sobre un escenario, mostrando su cuerpo casi desnudo a unas cuantas personas, pensando que la odio — se detuvo un segundo, como si esa idea le doliera — Pero en verdad la amo, con locura y haría lo que sea por ella, esa es mi razón de vivir

— Que tú tengas a alguien en tu vida, no significa que todos la tengamos

— Claro que la tienes, todos tenemos una persona, a quien odiarías dejar — se detuvo un momento a pensar en ello — ¿Quieres que te lleve?


***


Miró con nerviosismo a las personas a su alrededor, la chica del cabello azul se acercó a ella y le tendió el boleto que la llevaría a Manhattan, miró cada detalle del boleto, parecía imposible que fuera realidad, la volvió a mirar.


— ¿Cómo te llamas? — ella abrió los ojos con sorpresa, como si no se esperara esa pregunta

— Soy Ly

— Bueno, Ly, espero que tengas suerte con...

— Alice — siguió por ella — Su nombre es Alice

— Bueno... Alice es muy afortunada de que alguien como tú... este en su vida — supo que Ly no pensaba lo mismo, pero ese era su pensamiento — Gracias y espero volver a verte

— La próxima vez, espero no verte a punto de saltar de un puente — ella río y metió las manos en los bolsillos de su chaqueta


Calypso se dio la vuelta y camino hasta la zona de abordaje, giró por última vez a verla, Ly aun la estaba observando, intento grabar su rostro en su mente y abordo el autobús.


***


Aunque fueran las 6 de la mañana, golpeo con entusiasmo la puerta del departamento, parecía que llevaba en ese estado durante horas, pero no importaba, lo volvería a ver, después de 5 meses, volvería a verlo.


— ¡Leo! — apenas la puerta se abrió se lanzó sobre los brazos de Leo Valdez

— ¿Calypso? — sus torpes brazos supieron corresponder su acto — ¿Cómo me encontraste?

— Tú me dijiste a donde ibas, no me di cuenta hasta hace unas semanas — apoyo sus manos en sus mejillas y las acarició formando una gran sonrisa en la cara de él — Mis padres no pueden volver a mandarte lejos, su opinión ya no importa

One Shot. Percy Jackson y los héroes del OlimpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora