Quise tomar entre mis manos las montañas de tu cuerpo. Me lo impediste y mi ceño se frunció.
— ¿Qué no son mías? —pregunté con posesión.
Negaste.
¿Cómo me ibas a negar que eran mías, entonces a quien más le pertenecían?
—Vamos Melissa, no estés de joda —te abracé y quise tocarte una vez más.
—No, Elioth, no quiero que me toques.
De un manotazo impediste que mi mano pasara más allá de la comisura de tu sostén.
— ¿Quién es el culero que te toca ahora, dímelo? —refuté.
Sonreíste de lado con ponzoña.
— ¿De vedad quieres saberlo? —inquiriste.
Asentí con dolor, ¿qué más podía hacer?
Te acertaste a mis labios y no pude moverme, me quedé estático pues deseaba estar contigo aunque tuvieras a alguien más —me está haciendo el amor 'Andrés' —dijiste recostandote de lado.
Te imité con una gran sonrisa dibujada en mi rostro. Froté tu vientre y con cuidado deposité un beso en tu sien.
—Perdóname —susurré en el hueco de tu hombro.
Negaste dándote la vuelta y escondiendote en mi pecho.
—Siempre piensas lo peor de mi.
Tenía razón, la fecha de su período estaba marcada en la agenda de mi móvil y ni siquiera me pasó por la mente la posibilidad de su menstruación.
Te dije mientras rozaba tus labios que no podía con la idea de que alguien más tocara tu cuerpo. Que te amaba con el alma y que mis pensamientos me traicionaban.
—Te amo —susurré en tu pelo.
—También te amo celostino —dijiste soltando una contagiosa risa.
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En La Monotonía Del Matrimonio.
RandomElioth es uno de esos pocos hombres que intentan ser fieles. Jamás pensó que su relación daría un cambio drástico al casarse hasta el punto de que llegase a ser monótono y aburro estar con esa persona que ama; su esposa. ---- Portada hecha por mi ad...