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Narra Melissa

Salí de casa y al hacerlo mi corazón dio un vuelco, como si fuese una corazonada. Ya no le daba importancia a lo que mi corazón sentía, de hecho creo que quedó mal; como loco, un poco deprimido y al final marchito desde que mi ahora "ex", me dejó.

Todos los días eran iguales.

Despertar.
Comer.
Trabajar.
Dormir.

La noticia de mi fracaso matrimonial se esparció, solo haciendo que mis ganas de salir adelante se desvanecieran, ¿cómo iba a lograrlo si todos me culpaban? Porque siendo mujer no pude retener a mi marido.

La punzada en mi pecho no dejaba de molestarme por lo tanto decidí regresar, posé mi mano en la fría perilla más tiempo del necesario. Mi motor latía con más fuerza. Un agradable y reconocido tacto me dio calidez.

Él estaba ahí, mientras sus brazos me tomaban con fuerza, dándole luz a mis sombras.

En La Monotonía Del Matrimonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora