26.

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Siempre es estar con tu familia en vez de la mía.

Te doy el gusto de estar con los tuyos incluyéndome en las reuniones y al parecer eres feliz. Tu trato hacia mi es diferente, me hablas con amor y dulzura siendo que en casa todo es diferente.

De esa Melissa es de la que me enamoré. De la que ríe sin pena, de la graciosa, de la que puede iluminar una habitación con la luz que emanan sus ojos al estar contenta.

Llegamos a nuestro hogar y ni me diriges la palabra. No me miras a los ojos y actúas como si yo tuviera una enfermedad contagiosa.

¿Por qué simplemente no me dices que acabe lo nuestro?

Es que no entiendo el cambio tan repentino.

¿Seré yo el del problema?

En La Monotonía Del Matrimonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora