En nuestro primer año de relación todo era amor y de pasión.
Te dije que me quería casar porque mi amor era más grande que mi propia existencia.
Negaste con el entrecejo demasiado junto, ¿con confusión o quizá horror?
Me sentí inferior. No era suficiente prospecto para que te casaras conmigo.
Me rendí y la idea de llevarte al altar se esfumó de mi pensar.
En nuestro tercer año juntos volví a pedirte matrimonio ahora de rodillas, suplicandote para que aceptaras; solo quería que fueras mía y que el mundo entero lo supiera.
Me rechazaste —no arruines lo nuestro, Elioth, el día de mañana nos podemos separar y sería un dolor de cabeza el divorcio, así estamos bien — fueron tus palabras.
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En La Monotonía Del Matrimonio.
RandomElioth es uno de esos pocos hombres que intentan ser fieles. Jamás pensó que su relación daría un cambio drástico al casarse hasta el punto de que llegase a ser monótono y aburro estar con esa persona que ama; su esposa. ---- Portada hecha por mi ad...