Lía Evans....
Frunció enseguida su ceño y desvió su mirada.
-lo siento-secó sus lagrimas-
-ven Max-le tendí la mano y lo abracé aunque él quiso resistirse-
Algo le sucedía a Max y tengo que saber que es, no lo voy a dejar solo.
-eres mi mejor amiga-me susurró mientras me abrazaba-
-tú mi rubiecito favorito-reí y él también lo hizo, eso es bueno al menos-
Él se separo un poco de mí y me miró fijamente, como adoraba esa mirada tan tierna que tenía, como el sólo hecho de mirar esos ojos azules me hacía sentir como que caminaba en nubes.
Ok ya sé que eso suena cursi pero algo así se siente, es la única forma literaria que encuentro ahora para explicarlo.
Entonces Max me brindó una hermosa sonrisa, creo que era de las primeras veces en que veía esa sonrisa tan real, tan angelical, tan bella en su rostro.
-gracias por ser amiga-me dijo-
-eso no es nada-le sonreí con cierta timidez-pero, ¿me dirás que te ocurre?, no creas que no me he dado cuenta
Vi que frunció el ceño y eso es mala señal.
-Maxwell soy tu amiga ¿no?-le insistí-solo quiero saber que te ocurre y tratar de ayudarte
-ok..-suspiró-¿puedes venir conmigo después de clases?
-¿Dónde?-lo miré confundida-
-hmm...-se quedó callado un momento y suspiró-quiero contarte algunas cosas, ¿podemos hablar en el parque o en una cafetería?
-claro-le sonreí nuevamente-
-gracias, eres la mejor-me dijo y depositó un tierno beso en mi mejilla-
-e..e..res un...atrevido Maxwell-le dije sonrojada-
-lo siento-empezó a reír ante mi reacción-ven, vamos al salón
Él es tan lindo y no me gusta verlo triste, pero también es un tonto.
Es una mezcla de absolutamente todo.
Narra la escritora
Y así para Lía era más que obvio que se había enamorado de Max y aunque para ella él no daba señales de sentir lo mismo, lo que Lía no sabía es que estaba cambiando algo importante en él.
Max Allen....
Lía es realmente increíble y es muy buena conmigo aunque la verdad no me lo explico, yo solo soy un tonto con ella, siempre me enojo por cualquier cosa y simplemente jamás he hecho nada por ayudarle o esas cosas, pero aun así se preocupa por mí. Creo que la única persona que podría decir que me quiere es Lía. Y eso a la vez también me atemoriza.
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Tú lo cambiaste todo
RomantikUna vida tejida a partir del hilo negro de la mentira, un chico sumergido en aquel dolor, una chica totalmente despreocupada, y dos historias que llegaron a cruzarse para no volver a perderse. -¿Le temes a tus sentimientos? Asentí. -no debiste habe...