Tranquilo

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Lía Evans....

Llegamos en menos tiempo del que pensaba, Max estacionó el auto y luego nos colocamos en nuestros asientos, la ceremonia fue aburrida como todas y como no conocía a nadie pues aún peor.

Cuando vi a la madre de Max llegar al altar no me pareció del tipo de persona que se atrevería a abandonar a un hijo y mucho menos a uno como Maxwell, pero creo mejor no debo opinar pues yo no se que fue lo que pasó realmente con esa historia.

Luego de la ceremonia empezó la fiesta para los felices novios, bueno al menos así se veían, Max y yo nos pusimos a conversar en una esquina y de vez en cuando el comelón del duende se robaba los bocaditos de la mesa.

-Max, ya deja eso-reí-

-espera-se metió 3 galletas a la boca-

-no seas tragón, duende-le golpeé el hombro-

-¡ouch!-hizo una mueca-es que está muy bueno

-dejaras a los invitados sin comida-le dije-

-pero si nadie esta comiendo-se quejó-

-¿no será porque cierto niño rubio de ojos azules se adueñó de la mesa?-le saqué la lengua-

-ok,ok-sonrió-solo uno más

-esta bien-le sonreí-

Luego de eso nos pusimos a jugar un rato entre risa y risa se nos iba pasando el tiempo pero Max en todo este trato ni siquiera ha ido a felicitar a su madre.

En eso de la nada él se quedó callado y de repente entrelazó nuestros dedos, se sintió tan bien pero con toda esta aquí me dio un poco de vergüenza, me iba a soltar y a preguntarle por qué lo hacía, pero me percaté de su mirada, la expresión en su rostro esta perdida, parecía nervioso, tímido, preocupado, tal vez ....¿asustado?, no entendía que le pasaba, ¿por qué se puso así?. Se veía tan frágil e indefenso y eso era algo extraño en él, entonces entendí, su madre venia caminando hacia nosotros. Ella le sonrió y le hizo de la mano para comenzar a acercarse.

Tal vez Maxwell no estaba preparado del todo para ver o hablar con su madre de nuevo, mientras se acercaba, él me apretaba más fuerte la mano, como queriendo ser protegido.

-tranquilo-le susurré-

Él me miro fijamente y me brindó una hermosa sonrisa tímida, se ve tan adorable de esa manera.

-prométeme que si no se que decir-suspiró-tú me salvas

-prometido Maxwell-le sonreí-

-gra..gra..cias-me dijo-

-respira Max-le dije-no va a ser tan malo

-eso espero-me miró-aún no puedo olvidar lo que me hizo

-ya Max-me acerqué a él y acomodé un poco su corbata-sólo se amable, no durará mucho

-lo sé-su mirada se quedó fija en la mía-

Sus ojos azules, como amaba esa mirada tan profunda y tierna que tenía, amaba todo en él y una sonrisa de él iluminaba todo, como odiaba verlo así.

-gracias por acompañarme-me dijo y depositó un cálido beso en mi mejilla-

-de..na..da-bajé la mirada y sentí un pequeño rubor en mis mejillas.

Tú lo cambiaste todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora