Tú lo cambiaste todo

Te quiero

Lía Evans...

Ha pasado un mes desde la última vez hable con Max sobre los problemas que tiene. Él siempre cambia de tema cuando le pregunto y por eso no puedo saber más; a veces yo noto su tristeza y la verdad él no se merece estar triste.

Aún así en este tiempo nos hemos vuelto más unidos que antes y me he dado cuenta del increíble y magnifico chico que es él y aunque su madre no lo haya notado seguro si lo conociera ahora se arrepentiría.

A la hora de receso, estaba acostada tranquilamente en el césped del campus debajo de un árbol, por lo general siempre hago cuando quiero estar sola, pensar o simplemente relajarme, este árbol está algo alejado del patio principal por lo que es sumamente tranquilo. De vez en cuando es bueno alejarse de todo.

De pronto alguien recostó su cabeza en mi vientre.

-¿Lía?-escuché esa hermosa voz que reconocería en cualquier parte-

-¿Qué sucede duende?-le pregunté mientras jugaba con su cabello-

Es divertido llamarlo duende, debido a que una vez vi una foto de él vestido de duende a los 5 años, se veía adorable. A decir verdad, no solo lo llamo Max, a veces le digo Maxwell, otras Damián, otras duende y así, lo primero que se me ocurra.

Él suspiro y se quedó viendo hacia arriba, a lo alto de la copa del árbol.

-tengo un problema-me dijo-

Max se sentó y yo también lo hice, quería escuchar lo que me diría pues era rara la ocasión en que él me hablaba de su vida sin que yo tuviera que preguntarle.

-mira-me entregó una invitación-

La leí y luego mire a Max.

-¿la boda de tu madre?-le pregunté-

-si-me respondió algo triste-

-¿irás?-le volví a preguntar-

-la invitación es para mí y una persona-me miró-

-¿con quién iras?-le entregué la invitación-

-contigo-sonrió de lado-

-espera, ¿qué?-lo miré confundida-

-por favor Lía-me suplicó-no me dejes ir solito

-no lo sé Max-divagué un poco-

-eres la única a la que invitaría-me hizo puchero-por favor Lía.

Me lo pensé un momento, la verdad no quiero ir, sería tan aburrido e incómodo pero por otro lado creo que no puedo dejar que Max vaya solo sabiendo como se siente con el tema de su mamá, además que me encanta pasar tiempo con él.

-ok-suspiré-voy contigo duende

-eres la mejor-me dio un beso en la mejilla-

-n..no..hagas eso-le dije mientras sentía que mis mejillas ardían-

A pesar de que estoy enamorada de Maxwell aun me cuesta aceptar ese tipo de gestos, sigo siendo muy tímida y él solo me ve como amiga, no quiero hacerme daño por quererlo más de la cuenta.

-es que yo te quiero-dijo y se quedó callado al instante-

Me impresioné bastante cuando lo escuché, era la primera vez que Max me decía algo como eso y mis tontas e inoportunas mariposas estas revoloteando por todos lados gracias a esas dos palabras "te quiero". 

Era importante que él lo haya dicho.