Capítulo 3:Seguridad

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Martina
Desperté, y vi la vista desde mi ventana.
Dónde estoy? -dije al vacío.
Ah estoy donde Jorge -dije y golpeé mi frente.
Me levanté y salí con mi pijama para desayunar.
Buenos días -dije al ver a Jorge en bóxer preparando café.
Muy buenos días -dijo él.
Hoy tenemos pancakes o tocino con huevo la especialidad de la casa-dijo riendo, reí junto a él.
Me arriesgaré por la especialidad de la casa -dije.
No se arrepentirá -dijo y me sirvió un plato.
Esta buenísimo -dije.
Creo que te contrataré como chef -dije.
No te cobraré con dinero -dijo pícaro.
Olvídate de que te contraté -dije y rió.
Ya te dije que te queda bien ese pijama? -dijo.
Como unas cien veces-dije.
Pues vamos por las ciento uno, te queda bien-dijo y me guiño el ojo.
Acabé de comer y me fui a cambiar con un short negro de encaje y una blusa blanca.
Salí del cuarto y Jorge tenía una remera ajustada negra y pantalón blanco.
Buena sincronizacion-dijo ya que nuestros conjuntos combinaban. Sonreí.
Bueno entra-dijo haciendose a un lado para que pasará.
Entré y vi una sala blanca con televisores grandes y demasiada tecnología.
Pulsó un botón y se abrieron unas puertas qué nos dejaron ver un panel con varios paneles.
Siéntate por favor-diji ofreciendome asiento.
Me senté y en una gran pantalla apareció un mapa mundi.
Y esto? -dije.
Es un mapa, dónde se puede encontrar Serpiente Blanca -dijo.
Es un hombre rico puede encontrarse en cualquier parte del mundo -dijo.
Tienes razón -dije.
Siempre la tengo-habló y bufe.
Era broma-dijo -Mira este punto rojo indica su ubicación -dijo señalando la pantalla.
Estados Unidos? -dije
Parece que ahi se encuentra, pero no te fíes, cambia de ubicación a cada rato-dijo.
Si mañana sigue en Estados Unidos, viajaremos allá -dijo y asentí.
Salimos de ahí para dirigirnos a otra sala más pequeña.
Coloca tú mano -dijo y la puse en un detector.
Ahora tú y yo podemos tener acceso a esta sala-dijo. "Tú y yo" que raro sonó eso, Jorge y yo, pero que dices Martina -me regañe.
Martina, Martina! -dijo Jorge chasqueando los dedos.
Eh? -dije.
Despierta, esta es la sala de armas-dijo mostrándome una sala blanca con varias armas iluminadas.
Genial-dije.
Lo es-dijo.
Tenia hambre comencé a cocinar y apareció Jorge.
Pude hacerlo yo-dijo Jorge.
Si quieres me puedes ayudar-dije y empezó a cocinar.
Se me acercó por detrás, sentía su respiración en mi cuello.
Necesito ese cuchillo -dijo señalado uno qué tenía muy cerca.
S... i.... Si -dije tartamudeando. Jorge rió.
Empezamos a cocinar pollo al horno con papas fritas y limonada.
Esta rico-dijo Jorge.
Yo también se cocinar -dije.
Horas después.
Fui a mi habitación a arreglar algunas cosas sobre mi ropa.
Mi estómago rugió. Salí hacía la cocina por algo de comer.
Abrí una repisa qué estaba muy arriba, pero no lograba ver que había. Así que me subí a la mesa de la cocina y vi chocolates, tomé uno y resbalé.
Sentí unas manos en mi cintura.
Hey cuidado! -dijo Jorge.
Reí.Por qué los chocolates están tan arriba? -dije.
Sé sacó su camiseta y señaló su abdomen.
Estos abdominales no se hacen con chocolates-dijo.
Eres adicto al chocolate? -dije,mirando aún su abdomen.
Algo así -contestó.
Quieres tocar? -dijo Jorge mirando su abdomen.
No claro que no -dije.
Aunque en realidad si quería tocarlo.
El río. Claro lo qué tu digas -dijo.
Me senté en el mesón de la cocina mientras comía chocolate.
Dame -dijo Jorge mirando al chocolate.
No Jorge, eres adicto -dije.
Solo un poco -dijo y negué con la cabeza.
Tienes chocolate en el labio-dijo ,lamí mí labio.
No es cierto -dije.
Ya verás qué si-dijo y me besó.
Podía sentir su sabor a menta.
Martina que haces?-dijo mi conciencia.
Jorge no-dije, él sé separo y me fui.
Lo siento -susurró el.
Al entrar a mi cuarto, cerré la puerta y me acosté en la cama.
Que demonios te pasa Martina? -me dije.

Misión Imposible (JorTini) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora