*POV T/n*
El auto de Mariano seguía avanzando por las calles de la ciudad mientras el sol del mediodía iluminaba todo a su paso. No habíamos ido a ninguna cafetería, simplemente dimos vueltas sin rumbo fijo. Mariano siempre había sido así: alguien que encontraba la manera de hacerme sentir protegida, incluso si no sabía qué hacer conmigo.
¿Estás segura de que no tienes hambre?.- preguntó de repente, con una sonrisa tranquila.
No, estoy bien.- Respondí mirando por la ventana, intentando desconectar de mi propio caos interno.... Lizzie y Scarlett seguían apareciendo en mi mente como un eco constante. Mariano, en cambio, parecía un refugio de todo ese ruido. Un refugio que no era amor, pero era suficiente para calmarme por un rato.
Siempre te gustó esto, ¿verdad?.- dijo, rompiendo el silencio mientras giraba en una calle más despejada.
¿Esto?.- pregunté, confundida.
Simplemente pasear sin un destino fijo, solías decir que te hacía sentir libre.- su tono era cálido, como si intentara recordarme algo que había olvidado.
Sí, lo hacía.- le di una pequeña sonrisa, aunque mi mente seguía en otra parte. Él notó mi distracción, pero no insistió.
Después de un rato, me llevó de vuelta a casa. Cuando estacionó el auto frente a la entrada, se giró hacia mí con una expresión seria.
Mira, no sé exactamente qué está pasando contigo, pero quiero que sepas que, aunque ya no estemos juntos, siempre puedes contar conmigo.- su voz era tranquila, pero había un dejo de dolor que intentaba ocultar.
Gracias, Mariano. Lo aprecio mucho.- le di una sonrisa, y por un segundo pensé que eso era suficiente para que entendiera lo que no podía decir en voz alta
*POV Mamá de T/n*
Al abrir la puerta, me encontré con la imagen de Mariano y mi hija juntos, y no pude evitar sonreír. Siempre me había parecido un chico encantador.
¡Mariano! Qué gusto verte.- lo saludé, y él me respondió con esa sonrisa educada que siempre me ganaba.
Hola, señora espero no estar interrumpiendo nada solo quería acompañar a T/n a casa.- su tono respetuoso me hizo pensar, una vez más, en qué demonios había pasado entre ellos.
Claro que no interrumpes... justo estábamos por almorzar, quédate, por favor.- dije con entusiasmo, aunque noté que T/n parecía algo incómoda.
No quiero molestar...-empezó a decir Mariano, pero lo interrumpí.
¡Nada de eso! Siempre eres bienvenido aquí, pasen al comedor.- durante el almuerzo, Mariano habló de su trabajo y de los nuevos proyectos que estaba llevando en su empresa. Mi pequeño y yo lo escuchamos atentos, mientras mi hija permanecía en silencio mirando su plato como si quisiera estar en otro lugar. Cuando terminamos de comer, Mariano se levantó para despedirse.
Gracias por el almuerzo, señora como siempre, estuvo delicioso.- dijo con una sonrisa, y luego miró a T/n.
Hablamos luego, ¿sí?.- ella asintió con una pequeña sonrisa, pero no dijo nada más.
*POV T/n*
Cuando Mariano se fue, mi mamá no tardó en cruzarse de brazos y darme esa mirada que siempre significaba que quería hablar.
¿Por qué terminaron, T/n? Nunca entendí qué pasó entre ustedes dos.- su tono era más curioso que acusador, pero igual sentí medio amenazante su pregunta.
Mamá... .-suspiré, buscando las palabras correctas. —Mariano es genial, lo sé, pero no lo amo.
¿No lo amas? T/n, los amores se construyen, no todo tiene que ser como en las películas. Mariano es un chico increíble, deberías pensarlo mejor. —Dijo, claramente frustrada. Pero si realmente supiera porque él y yo terminamos lo odiaría seguramente por haberme dicho algunas cosas que no podía borrar de mi cabeza completamente.
No quise discutir con ella... sabía que para mi mamá, Mariano era el hombre perfecto: educado, trabajador, de buena familia, pero eso era lo que no entendía. Mi corazón no quería lo correcto.
Lo correcto no era Lizzie ni Scarlett, ni el caos que ambas traían a mi vida, pero eso era lo que me hacía sentir viva.
Esa noche, mientras me acostaba, le dejé un mensaje a Cris disculpandome por haberla dejado.... cerré mis ojos y sentí el peso de las expectativas de todos sobre mis hombros. Mariano podía hacerme sentir protegida, pero no podía darme lo que realmente necesitaba: la libertad de ser yo misma, con todo lo complicado que eso implicaba.

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¿Estoy casada?
RandomT/n está obsesionada con Marvel y sus superhéroes favoritos, ella nunca había podido ir a una premier de las películas pero decidió que este año sería diferente. Cuando logró infiltrarse en la premier hizo que Lizzie le firme un acta de matrimonio v...