10.

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Multimedia: Sam.

El gran lobo negro con gris, se durmió en mi regazo, el sol se paseaba por encima de las montañas, haciendo su aparición, anunciando que ya amaneció, el pelaje de Isaac empezó a desvanecerse, me quité mi chaqueta y la puse sobre sus nalgas, Sam estaba sentado a mi lado jugando con una piedrita, ya Loren con ropa se acercaba, estaba peinando su cabello negro que tenía varias hojas.

-sueño pesado- rodó los ojos y le dió un punta pié en el culo para que despierte, Isaac se sentó de inmediato, con la chaqueta en su regazo y le gruñó a Loren molesto.

-¡mierda, Loren, destesto que hagas eso!, ¡soy tu hermano!, ¡no una bolsa de boxear!- gruñó, Loren rodó los ojos y le pasó el bulto con su ropa, todos se dieron vuelta por inercia, yo me quedé en mi mismo lugar, me miró. Le sonreí.

-date la vuelta- sonreí aún más y negué. -¡que te des la vuelta!- me gruñó, rodé los ojos y "obedecí", me dí la vuelta. Escuché como se paro y agarró una pieza del bulto, lentamente me dí la vuelta, vi su hermoso trasero, me mordi el labio, se estaba subiendo los boxers, se los terminó de subir y ahí se fue poniendo cada pieza, yo me deleitaba con su cuerpo trabajado, se dió la vuelta, para avisar que se ya se había cambiado, pero cuando me miró sus ojos se abrieron, me acerqué con una sonrisa hasta quedar delante de él, él era muy alto, demasiado.

Me fui bajando, quedando de cuclillas frente a su pantalón, sé que lo excitaba verme en esa posición, su erección ya estaba notándose, me acerqué un poco y pase la mano entre sus piernas, recogiendo mi chaqueta, me paré y me la puse fácilmente, su cara de sorpresa era épica, ¿qué?, ¿pensaba que iba hacer algo?, pués no, no iba a hacerle nada enfrente de todos, estaba molesto, no le gustó lo que hice, lo ignoré por completo.

Me acerqué a Sam, quien veía a Dany, que ya había llegado vestida con una cara de enamorado.

Todos miraron a Sam.

-¿quién es el?- me preguntaron todos al mismo tiempo, se miraron unos a los otros.

-él es Sam, es un vampiro cercano al clan Sall.

Isaac me miró, celoso.

-me gusta la peli-negra.

-¿cuál de las dos?- le pregunté a Sam.

-la pálida- susurró.

-es una loba- me miró y encogió sus hombros.

-eso ya no me importa, si tú puedes estar con uno, ¿por qué yo no?.-rodé los ojos.

-no estoy con Nadie- gruñí, susurrandonos, como lo estamos haciendo desde que empezamos a hablar.

-si, claro - murmuró.

Recogimos todo, llamé al taxista y él prometió ir a donde estabamos sin problemas, nos preguntó el porqué del bosque, yo le respondí que era un secreto, pero se lo dije a lo zorra, así me dejaría en paz, llegamos al hotel,pero nos llevamos una sorpresa desagradable.

Stephanie estaba ahí y de seguro la manada también. Mierda.

Se acercó a Isaac, ¡que ni lo toque!.

-no se preocupen, vine sola, rastreé el GPS de el celular de Dany- todos, absolutamente todos, miramos a Dany.

-¡¿Cómo diablos son tan campestres y tienen un puto celular?!- exclamé molesta, la última cosa que quería aquí era la bruja de Stephanie.

-soy joven, tengo derechos- rodé los ojos, me acerqué a Stephanie.

-largate - gruñí, una sonrisa burlona apareció en la cara de ella.

-donde esté mi alpha debo estar yo, el único que tiene derecho de mandarme es el, no tú.

Miramos a Isaac al mismo tiempo, que él decida.

-que se quede- mis ojos se volvieron de un rojo eléctrico de la rabia, él sabe que no me gusta esta tipa y para sacarme de mis casillas lo hace, empuñé mis manos, me volteé y le regalé un golpe bien fuerte en la cara de esta.

Esta salió volando, hasta chocó con un anuncio de turismo que había en frente al hotel, iba a caminar hacia ella a demolerle la cara, pero Loren y Peter me agarraron los brazos.

-calmate Astrid, no eres así.

-tranquila, todos nos están mirando raro, vamos calmate.

Las dos voces se infiltraron en mi cabeza, respiré profundo y logré calmarme, pero esa rabia que sentía aún sigue encendida en mi interior.

Me solté bruscamente y caminé hacia la puerta.

¡Yo los ayudé, yo fui quien no permitió que mataran a personas en luna llena!, ¡no ella!, ¡deberían de darme el gusto a mi!, ¡no a ella!.

¡y yo soy su mate!, ¡no ella!. Subí hasta mi habitación y la cerré de un portazo, casi se rompe.

Sam, entró tratando de calmarme. Lo agarré de la camisa y planté sus labios en los míos, necesitaba sacar esta rabia como sea de mi, me siguió el beso enseguida, no lo dudó ni en un instante, arranqué su camisa y arranqué mi chaqueta y la franela, quedándome en sosten ya la dura erección de Sam estaba presente, me remeneé en su entrepierna, frotandonos, sintiéndonos, pasó su mano por mi espalda y apretó mi trasero subiendome hasta su ombligo, nos seguimos besando por varios segundos, pero un sonido de la puerta abriéndose, nos interrumpió.

Isaac se quedó pasmado en la puerta junto con Stephanie, lo miré con una ceja alzada, su cara era de dolor, decepción, celos y otras cosas más.

A ti no te importa meter a tu perra a la pequeña manada, ahora creo que ni te molestará esto, ¿no?, es igualdad, lectores, que tome una cucharada de su propia medicina.

Si va a tener a su baja calenturas aquí, yo voy a hacer que se muera de celos y que se arrepienta.

Nadie se atreve a jugar conmigo y por favor, yo soy mucho mejor que esa tipeja sin forma, ella me sonrió maliciosa y en sus labios dibujó las palabras "te lo voy a quitar", alcé una ceja, vamos a ver maldita. Ahora tengo a dos contrincantes, el alpha y la perra.

-así que quieres jugar. Jugaremos Astrid Sall- alcé una ceja burlona.

-Let's Do It.

Mi MATE es una VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora