Multimedia: Loren.Ojos color sol, luna sangrienta, garras, sangre, guerras, enemigos, traición, nieve, muerte.
No sé porque corría, ni siquiera sabia a donde iba, llegué a un terreno vacío, sin arboles ni grama, solo había nieve a mi alrededor, yo tenía una campera marrón, unos pantalones negros ajustados y unas botas, no sé ni cuando me las puse, ni siquiera sé cuando me levanté, un lobo negro con gris caminaba en círculos alrededor de mi, ¿cuándo apareció?, ese es... Isaac, me enseñaba sus dientes y me gruñó, ni entendía el porqué. d6e pronto una loba gris, una loba blanca y un lobo negro, aparecieron de la nada, Dany, Loren y Peter, rugieron y amenazaban con correr hacia mi y despedazarme, lo sé porqué como se acercan a mi, llegó el tiempo, corrieron, yo por instinto me protegí la cabeza con las manos, ¡¿Astrid?!, ¡¿eres estúpida?!, ¡haz algo!, ¡te van a despedazar!, ¡no hagas eso!, ¡haz algo productivo, te van a rajar la cara!, parece que ando estúpida, ¿por qué no hago una de esas maniobras que hago para salir de estas situaciones?, pero no sentí ningún impacto, nada.
Quité mis manos de mi cabeza, ví al al papá de Isaac frente a mi, abrí los ojos, iba a correr hacia otro lado pero antes de que siquiera diera un paso, me agarró del cuello y clavó una estaca en mi corazón, mis ojos se abrieron de momento, pero se cerraron al otro instante y me desvanecí.
Dí un respingo en el asiento del avión, una punzada me sacudí el cerebro, resaca, mi parte humana no tomó el alcohol muy bien al parecer. Abrí los ojos y me restregué los mismos, pero cuando me vine a dar cuenta, Sam estaba arriba de mi, estaba dormido, al parecer el es de los que duerme y se despierta en otro país. Sonreí maliciosa, mientras escuchaba unos mini- ronquidos, agarré sus manos y la puse alrededor de su cuerpo, puse mi manos en su espalda y lo volteé, empujando.
Cayó de cara al piso, no oculté mi gran risa aunque me doliera la cabeza, todos alzaron sus cabezas, para ver, ¿qué?, ¿nunca habían visto a alguien caerse?, Sam levantó su cabeza molesto.
-te voy a matar- gruñó levantándose.
-¿qué tal si hacemos algo mejor?, me duele la cabeza.- me levanté del asiento y salté su cuerpo en el piso, me agaché.- te espero en el baño y por favor, que no se den cuenta.
Me miró como si yo estuviera loca, pero lo ignoré, ahora tengo mi camino libre, aunque suene increíblemente aburrido. Sinceramente, mi vida cogió un poco de acción, al encontrar a Isaac, pero merezco paz, mis lectores.
Ya llevo casi 10 horas viajando en este puto avión, sin escala y es que de Brasil a Londres, es mucho por recorrer, entré al cubículo como si fuera la cosa mas normal del mundo. Al fin, cumpliría una de las fantasías más excitantes que mi mente ha imaginado. Me lavé la cara y en menos de dos segundos ya tenía los labios de Sam pegados a los míos, nos despojamos de la ropa, tan rápidamente que me sorprendió, pero yo solo imaginaba a Isaac, que Isaac me besaba, que Isaac me tocaba, que Isaac me hacía sentir mujer.
La indecisa entonces, no sé lo que quiero coño, soy el final.
Duramos al menos casi dos horas metidos ahí, inventando que tenía diarrea, mientras nos devorabamos, tocabamos y callabamos nuestros gemidos, solo podía ver a Isaac, en vez de al rubio de ojos azules.
¡ES QUE SOY IMBÉCIL!.
Me arreglé la ropa y salí, casi iban a aterrizar.
Salí como si nada hubiera pasado, me senté y me prepare para el aterrizaje. A los minutos, apareció Sam mirándome un poco raro, pero lo ignoré completamente.
Al aterrizar me doy cuenta de que no debí de irme, de que nunca debí de abandonar mi vida, tomé un taxi y llegamos a una mansión de ladrillos con cosas antiguas, pero muy elegante. Mi casa, mi hogar. Me esfumé en el aire, entré, quería abrazar a todos, quería abrazar a mi madre, a mi padre, a mis tíos, a todos.
A la primera que ví fue a mi madre, Skyler Brown, ahora con el apellido de mi padre, sus ojos zafiros se toparon con los míos. Mi mamá si era hermosa, parecíamos dos adolecentes, hermanas, su cabello castaño oscuro eran hermosos, su cuerpo era hermoso, se parecía a mi, me sonrió y nos esfumamos en el aire, las dos, aparecimos abrazandonos, voy a llorar, voy a llorar, estoy llorando.
-¿Astrid?- una voz varonil se hizo presente, miré hacia atrás. Mi padre, Damián Sall, ojos azules, alto, fornido, cabello negro.- ¡mi niña preciosa!, ¡ven aquí!- le sonrei y corrí hacia él, me enganché encima de él, como siempre lo hacía como cuando era niña.
Lo abracé fuerte y él me devolvió gustoso el abrazo, todos bajaron, Melanie Brown, hermana de mi madre, era una enana de ojos azules y cabello castaño, muy hermosa, la abracé fuerte. Su esposo Duke Sall, hermano de mi padre, Lilith Sall, hermana de ellos y Colin, esposo de Lilith, ah y por último, Anne Marie junto con el vampiro James, su esposo, hermana de Sam.
Los abracé a todos, Sam y ella, se abrazaron muy fuerte, tenían siglos sin verse, me aparté, luego Anne presentó a James y este sonrió hacia Sam.
-¿por qué volviste?- preguntó Colin con los brazos cruzados. Miré a todos con nerviosismo, cosa que era muy rara en mi, es que como les digo todo lo que me pasó en mi estadía en Estados Unidos y Brasil. Pero no me quedó mucho tiempo, tuve que hablar. Mi madre me miraba con esos ojos demandantes, esos hacían que salieran las palabras de mi, me ponían muy nerviosa y aunque tenga los mismos, mamá siempre ha tenido ese talento sobre mi. Le expliqué todo, me dijeron todos que tenía que quedarme aquí y no salir para protegerme y que no me pasara nada, otra situación más, no quiero esto.
E increíblemente, extraño a Isaac, extraño verlo. Pero voy a tener que ajustarme, tengo que iniciar mi vida sin él como que si nada ha pasado, será más fácil.

ESTÁS LEYENDO
Mi MATE es una Vampiro
VampireLos lobos y los vampiros son enemigos por natutaleza. Astrid Sall, una chica inteligente, divertida, caprichosa y un poco rebelde. Pero ella oculta algo, es un vampiro. ¿Qué pasa cuando uno de sus principales enemigos la reclame como suy...