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Multimedia: Borya.


Mierda.

Mis ojos estaban fuera de mis órbitas, no sabía que hacer. Lo único que mi instinto hizo, fue alzar al tipo con mi magnetismo y con el susodicho, ejercer fuerza contra su cuello, partiendolo y así, ya darle la muerte segura. Lo hice sin pensar, lo dejé caer en la tierra, el padre de Isaac y Derek, me miraron, sus ojos se pusieron amarillos.

-estamos listos- mamá encendió sus palmas, con su viva llama, los elementos eran sus dones. Los enemigos pusieron sus ojos amarillos y sus grandes colmillos salieron a flote.

-¡ahora!-escuché el gruñido del padre de Isaac, me tensé.

Ya era hora.

Empezaron a correr hacia nosotros, mi padre dió la señal después de unos segundos, todos cogimos impulso y nuestra velocidad vampirica nos ayudó mucho. Eran el triple de lo que éramos nosotros, mierda y más mierda.

Al primero que vi, le arranqué la cabeza, dos hombres se acercaron a mi, yo evadía los golpes de uno mientras mataba al otro con mi magnetismo. Pero alguien me sorprendió por detrás. Stephanie. Llevaba dos espadas, ¿de dónde mierdas las sacó?.

-sera tu fin pendeja- murmuró con una sonrisa maliciosa.

-pendeja tu abuela- uno de los tipos me iba a golpear, evadí el golpe y de un momento a otro, metí mi mano en su pecho, arranqué su corazón y de inmediato fui con el otro. Le dí dos rodillasos en la cabeza, mientras trataba de que la loca no me acuchilleara, después me encargaría de la vaca. Agarré el cuello del tipo y rompí su vertebra, que estaba enlazada con su cerebro y en ese instante murió. Ahora si, con Stephanie.

Mi espalda se dobló y casi mi cabeza toca el piso, tuve que maniobrar para que el filo no me rasgara nada, vi el cuchillo pasar ligeramente por mi teta, mierda. Me incorporé, pero me agaché y le dí una patada en los pies, cayó hacia atrás, me enderece, le arrebato una espada de sus manos, el filo de la espada la cortó, no me importó en lo absoluto y sin jugar mucho, la clavé en su garganta, que muera lentamente, que sufra mientras no puede respirar. Sus ojos amarillos se apagaban con los segundos, mientras tosía.

-adiós Stephanie- cogí las dos espadas y corrí por el campo, cortando extremidades, haciendo volteretas y ayudando a los demás. Busqué con la mirada al padre de Isaac, pero este salía de la casa de mis padres, con Borya en manos. Mi rostro palideció aún más de lo que que el vampirismo permitía, corrí hasta ellos. El padre de Isaac, se percató de mi olor.

-si te mueves otro centímetro más -pausó, mientras agarraba a Borya de la camisa y lo mantenía quieto, ya que este pedía ayuda y vociferaba mi nombre con pavor.

-no lo hagas- susurro.-házmelo a mi.

Sonrió malicioso.

-así no será divertido.

Lancé un grito y tapé mi boca mientras mis lagrimas bañaban mis mejillas. Caí de rodillas, mientras veía a Borya morir por el impacto de una daga a su corazón. Sus ojos pararon en los míos, sonrió sin mostrar los dientes. Sus ojos verdes se cerraron, mientras escuché su último suspiro. Un ataque me dió, mi pecho trataba de llorar, no podía. No podía respirar.

Borya se murió tan joven. El único que estuvo ahí cuando estaba sola, miré a Dinora con mis ojos llorosos. Asintió en modo de que despegaría el plan que le dije, ssentí también, miré al padre de Isaac, quien soltó el cuerpo inerte de Borya en la tierra, su piel iba palideciendo mientras la sangre salía de su cuerpo, gracias a su herida en el corazón. Me levanté de la sucia tierra y con un gran dolor y vacío en mi corazón, corrí hacia el padre de Isaac.

Mi MATE es una VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora