21.

28.6K 1.9K 93
                                    

Multimedia: Astrid.

Dany.me.estaba.besando. Ya todo tiene sentido.

La alejé de mi echandome para atrás, mi culo tocó el suelo, pero perecía estar inmune al dolor, estaba completamente en shock, me puse de cuclillas y alcé mi cabeza para verla, se levantó de la cama rápidamente a ayudarme.

-lo siento mucho Astrid, lo siento.

Yo no podía responder, mi mente estaba haciéndose preguntas, ¿por qué no me dijo desde un principio que era lesbiana?, ¿cómo no me dí cuenta?, su voz se escuchaba afligida, me ayudó a levantar, la miré a los ojos.

-¿mmm?- hice un sonido con la garganta en forma de pregunta.

-siento mucho besarte, no quería, bueno... si quería, pero no quería incomodarte- chilló, la agarré de las manos y la ayudé a sentarse, ella parecía un manojo de nervios. Se llevó las uñas a su boca.

-calmate hijeputa- la abracé y comenzó a llorar. Sollozó en mi pecho.

-no quería hacerte incomodar Astrid, no es mi culpa, mi orientación era 100 por ciento hacia los hombres, te lo juro- se alejó de mi pecho y me miró.- pero desde que entraste con esa superioridad a la habitación de la universidad, mis hormonas se revelaban contra mi, yo no quería sentir esto- hipó- hasta empecé a masturbarme pensando en ti -empuñé los ojos y deseché la imágen de mi mente.

-¡wey, wey, wey!, mejor guardate eso Dany- Suspiré y la miré- con razón no le hacías caso a Sam con sus conquistas, se me hacía imposible que rechazaras a semejante papi, pensé en ciertas razones, pero nunca llegué a esta- Dany miró sus pies avergonzada.- no te averguences por eso Daniella, te apuesto que cualquier mujer te querría- me miró.

-yo te quería a ti, pero estaba segura de que estabas enamorada de mi tío- abrí los ojos.

-no enamorada, esa palabra es muy fuerte, no- Miré el techo- solo me gusta mucho, y lo siento Dany, me gustan demasiados los penes- sus ojos se aguaron de nuevo.

-lo sé- gageó. -pero tenía esperanza.

Miré mis pies y luego a ella.

-nunca sospeché nada- me miró atónita.

-¿ah no?- paso su mano por su mejilla quitando rastro de lágrimas.- pensaba que era muy obvia, las miradas que yo te daba eran insólitas, no me podía controlar.

-¿y por qué no te quedaste conmigo en la habitación del viaje de Brasil, cuando estabamos decidiendo las habitaciones?, ¿por qué no mandaste a tu tío a otro lado?- pregunté extrañada. Inhaló y exhaló.

- desde que te ví, ni sé como diablos no te diste cuenta que me gustabas, era tan obvia, pensé que ibas a evadir cualquier pensamiento que te haría pensar que era algo rara si dejaba que te quedaras con mi tío, además, mi tío duró mucho tiempo buscando a su mate, no podía ser tan egoísta- Suspiré, de lo que uno se entera. Agarré sus manos.

-siempre tendrás una amiga aquí, pero no puede pasar de eso, te quiero mucho y no quiero que esto acabe por una tontería- sonrió triste y asintió lentamente.

-muchísimas gracias, pensé que me ibas a echar de la casa o algo, pero ya veo que me das muchas sorpresas cada día - sonreí alegre.

Por un lado me alegra que se haya desahogado conmigo de tal manera y por otro me pone muy feliz, desde ahora seremos muy unidas y que ya sabe que no puedo ser algo más que amigas, aunque yo estar con alguien que tenga mi mismo sexo, no me gustaría mucho, no tengo nada contra los gays, ni contra las lesbianas, pero ya se mi posición sobre ese tema en el mundo.

-gracias por todo Astrid- suspiró, sonreí y asentí, se subió a la cama y se acobijó, durmiendose, me acerqué a la ventana  y me senté, se me había quitado el cansancio y a Dany un peso de encima. Me levanté al ver una sombra correr por el campo, cerca de mi casa, salté por la ventana con todo y mi sexy pijama, aunque me podían matar, pero no me interesaba, una chica castaña se paró frente a mi, su aroma a vampiro me azotó, era una chica de estatura normal, buen cuerpo, ojos marrones y unas cejas inmensas, pero bien depiladas.

-así combates a enemigos, ¿en pijamas?- no sé por que me causó gracia, pero sonreí. No sentía que ella era una amenaza, me acerqué a ella.

-no- dije. -¿qué se te ofrece?- se cruzó de brazos y echó todo su cuerpo hacia delante.

-soy Dinora River- ¿River?.

-¿eres hermana se Sam y Anne Marie?- sonrió y asintió.

-la última y más joven del clan River, a sus órdenes, una híbrida al igual que Anne Marie- me sorprendí. Otra casi loba aquí. No dudé en dejarla que pase, saltamos a mi habitación. La nariz de Dinora se activó y sus ojos se alumbraron en un ámbar, encontramos a Dany parada en el medio de la habitación, con su vista ámbar perdida, nos miró, su olfato se activó, ¿qué pasa aquí?. No entiendo ni pío.

Los ojos ámbar de las dos se encontraron, su respiración empezó a irregularizarse, Isaac, Sam y Anne marie aparecieron en la habitación.

Isaac sin ni siquiera percatarse de los otros, me buscó a mi con la mirada y caminó hacia mi. Me protegió con sus brazos.

-¿estás bien?, detecté un olor diferente- me dió un beso en mi cabeza, ni lo miré, estaba empezando a preguntarme que pasaba entre Dany Y Dinora.

-¿Dinora?- preguntaron Sam y Anne Marie al mismo tiempo.

-oh, ya veo- Anne Marie caminó hacia nosotros, con Sam siguiéndole los pasos.

-¿Qué pasa?- pregunté confundida, Dany y Dinora se veían con esos ojos ambar, como si hubieran encontrado lo que andaban buscando hace mucho.

-Dinora es Bi-sexual, no pensé que su mate sería una mujer- miré a Sam con los labios abiertos, así que eso era, aún no entiendo mucho esto, es tan... raro.- vamonos de aquí, antes de que empiecen a hacer algo inapropiado -miré a Sam y caminé hacia la puerta con Isaac, siguiendome.

Bajamos a la sala y las dejamos ahí arriba. Me senté en el sofa.

-¿así que son hermanos?- hice una pregunta para que las miradas se centraran en mi, estaban todos callados, pensando, solo que Isaac acariciaba mi cabello.

-mi padre era vampiro y mi madre loba, de ahí nacimos Dinora y yo- habló anama.

-y a mi me convirtieron y me acogieron, dándome su apellido, sufría de una enfermedad incurable y casi muero- asentí ante lo que dijo Sam.

Me acobijé en los fuertes brazos de Isaac, quien me dió un beso en la frente, lo miré.

-te quiero- esas palabras me salieron de los labios sin permiso.

Sonrió. Esa hermosa sonrisa y me quitó un mechón de la frente.

-yo también, Vampirita- me acerqué a sus labios y le dí un pico, pero con mucho amor y cerré los ojos sintiendo su mirada en mi. Durmiendome entre sus brazos.

Mi MATE es una VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora