12.

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No voy a quedarme aquí para que alguien que tiene mal gusto en mujeres se vaya con esa vaca y me rechace.

Estoy harta de que me rechace al momento de yo intentar algo con él, es fustrante y yo no tengo del todo la culpa.

Es un chico arrogante que le gusta que le rueguen y en mi hay un gravísimo problema, ¡no me gusta rogar!, ¡Astrid Sall no ruega ni se arrodilla por nadie!, ¡hasta mi apellido lo dice, i'm powerful bitches!.

Entré a la habitación como un rayo, hoy me olvidaré de que soy una vampiro, creeré que soy humana, una humana a la que en otra historia el tipo la engañó y se fue con otra y yo como toda dolida, voy a saciar mi dolor y ganas de alcohol a un lugar muy lejano de aquí.

Y si decimos lejano, porque no a más de sesenta calles del hotel, quiero aparecer en otro país, cuando despierte con resaca. Me vestí (multimedia) y puse un brillo en mis labios resaltando el rojo natural, recogí los lentes y me los puse, aunque es de noche, pero a mi que me dejen en paz, estoy dolida, estoy de luto.

Bajé sin decirle a nadie, más bien desaparecí sin decirle a nadie, pero obvio nadie sabe cuando quedas desaparecida, solo cuando no te encuentran, ni tú mismo sabes, al menos al instante, ¿y que tanta mierda pienso?. Cogí un taxi y me bajé al bar más lejano que habia, a unos 60 kilómetros de distancia, me cobró para hacer la compra del supermercado en su casa y no bromeo.

Me puse tan feliz como cuando vez tu casa en día de escuela, ya me entienden. Entré como si fuera la chica más feliz del mundo, me senté en la barra y pedí varias cosas fuertes para ponerme igual de loca que el barbudo con bermuda de super Man, en una esquina.

××

Ya eran las cuatro de la mañana, estaba abrazando a Don Pacheco, el señor barbudo que tenia la bermuda de super man, mientras cantabamos rancheras de Leonardo Da vinci y veíamos cuadros pintados por la banda mexicana el recodo, ¡que artistas!.

Creo que me confundí solo un poco.

El celular ha sonado mas que el de una empresa con deudas, pero no me he molestado ni en cogerlo, el vibrado hace que mi trasero tiemble.

Le dí el teléfono a Pacheco, riéndonos contestó.

-habla Jhonnie Lingo- reímos bajito.

-¿quién es Jhonnie lingo?- escuché la voz de Isaac con la respiración entrecortada.

Le quité el telefono de las manos.

-¡el que te dió por el culo y te dejó en el limbo!- grité con voz de borracha. Reímos como si eso fuera lo mas divertido que habían dicho en la historia de la diversión. Casi me caigo de la butaca de espaldas.

-¿Astrid?, ¿quién es ese, Astrid?- preguntó con voz demandante. Celoso.- ¿dónde estas?.

Me acerqué la bocina a mi boca.

-es un tipo turista mexicano- le dije la verdad, entre nuestra conversación de mejores amigos de toda la vida, me explicó que vino con su esposa pero que esta lo engañó con un brasilero y él no iba a desperdiciar su dinero pagado en el resort de la esquina, que lo gozaría sin ella y hoy le tocaba beber de a duro.-me lo follaré tan rico, que se lo olvidara hasta su nombre, ya que alguien no quiere cumplirme el deseo- dije seductora.

-¡ni te atrevas Astrid!- Pacheco es un viejo con canas, pero muy amigable, reí tan solo al pensar eso, que asco.

-¿ah no?, ¿y cuál es la razón de que me lo prohibas?- le dí una seña al cantinero para que me diera otro Shot.

-porqué eres mi mate, no puedes hacerlo, eres MÍA- su voz era un rugido.

-JAJAJAJAJAJA- me reí como chiva sin ley de sus palabras.-¡ay pero que chiste tan bueno!, hey, debiste de ser comediante en la otra vida papi, dejame decirte un cosa muy clara a ti, AMIGO, yo, no soy tuya ni de nadie, al igual pasa contigo, ya no me interesa lo que hagas con tu vida, vete con tu vaca y si quieres monta una granja con ella, no me interesa en lo mas mínimo, voy tener sexo duro con este tipo y a ti no te debe de interesar, e ignoralo, tal y como yo lo hice cuando te fuiste con tu noviesita a otro cuarto, o cuando me rechasaste por completo tantas veces, asi que adiós, que no tengo saldo.

-pero si soy yo que te estoy llamando.

-no quiero hablar contigo, ¡adiós!.

-¡espera!.

-¡¿Qué quieres ahora Isaac?!, ¡estoy perdiendo la puta paciencia!.

-si le digo a Stephanie que se vaya, mañana por la mañana ¿vuelves aquí, no tienes sexo con nadie y pasas la noche conmigo?.- cerré los ojos, tocó un nervio demasiado sensitivo en mi que me hizo temblar en un momento, pero lastimosamente, no estaré a su merced cada cuando le de la gana de remendar la mierda que ha hecho.

-¿sabes cuantas veces he deseado oir esas palabras de tus labios?- pregunté caminando hacia afuera y rascándome el puente de la nariz. Escuché un suspiro.- no voy a ser aquella chica que fue amarrada por la luna o lo que sea, no estoy hecha para eso Isaac, no puedo estar ahí para ti cuando a ti te de la gana, porqué siempre que estoy ahí, me rechazas, cuando trato de hacer algo que nos una, me rechazas. Me rechazas una y otra vez Isaac.

La dramática entonces. El Oscar a mi mejor actuación.

Suspiré dura y lentamente.

-estoy cansada de esto, siento no ser lo que esperabas, te mereces algo mejor que yo, no puedo vivir con alguien que me menos-precie.

Quité el celular de mi oido y colgué, entré al bar con mi mejor sonrisa para Pacheco, me bebí el shot de un trago y de ahí, vinieron muchos más. Perdiéndome en el abismo.

×××

-¡te pido corazón desesperado, que regreses a mi lado y que la vida sin tu amor no ha sido igual!, ¡lalalalala, mañana es para siempre!- canté casi cayendome con la botella de licor en mano y con la otra me estaba abrazando de Pacheco, quien me ayudaba a cantar frente al balcón de Isaac, el torso de Isaac me sacó de mis pensamientos, miró con los ojos achinados sin poder ver bien, eran ya casi las seis. -¡me comí una salchipapa!, ¡¡me comí una salchipapa y que cosa tan sabrosa!!- cantamos, juré ver a Isaac sonreir, pero una vaca semi-desnuda apareció al lado de él.

-¿por qué tanto ruido?- preguntó mirando a Isaac, pero luego me miró y sus fracciones se convirtieron en una de asco hacia mi.-fushi, que mal olor a alcohol.

Miré a Isaac, estaba un poco dolida, miré hacia un lado y Pacheco se estaba yendo.

-hey Pacheco, ¿a dónde vas cabron?- le pregunté casi tropezandome.

-ya estoy bien chingón, me voy a dormir- le sonreí forzado y me despedí con la mano.

Volví a mirar hacia el balcón.

-bueno, me voy, pasen buenas.- empecé a caminar hacia las puertas del hotel, pero su voz me detuvo.

-¡espera!.

-¡espera nada!, ¡¿sabes qué?!, ¡estaré bien sin ti!, ¡no puedo soportar esto de que yo intente estar contigo y tú me ignores!, ¡ya me harté!, ¡así que hasta nunca!.- entré al hotel dispuesta a buscar mis maletas, me largo de aquí ahora mismo.

Me voy a Londres, de donde nunca debí haber salido.

Mi MATE es una VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora