Capítulo 13

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Su vista estaba perdida en algún rincón del salón, mientras a lo lejos escuchaba murmullos muy poco entendibles, provenientes de su maestra de economía, los sonidos llegaban hasta sus oídos, de reojo observaba algunas gráficas y porcentajes, cosas de las cuales no tenía contexto, debido a la poca atención que prestaba,  la mente del azabache estaba divagando en una cosa en específico, el reciente cambio de actitud de Sanemi y las inexistentes justificaciones para este. Hace menos de  cuarenta y ocho horas todo estaba (al menos en apariencia) ¿Bien? mejor que al inicio, al menos. Justo ahora necesitaba saber ¿Qué cambio? ¿Sanemi está molesto con el? ¿Hizo algo sin darse cuenta? ¿Ya no era del agrado del albino? Esas preguntas lo llenaban de frustración, justo cuando creyó que todo iba mejorando poco a poco, sin aviso, todo su progreso se fue cuesta abajo y estaban peor que al inicio, antes por lo menos se molestaban con palabras o pequeños contactos físicos, ahora solo era ¿Distante? Ni siquiera tenía las palabras exactas para decirlo, la situación por sí misma es confusa, Sanemi le prestaba atención, le preguntaba por su dia y lo ayudaba, pero terminaba  pronto sus tareas y esto hacía que saliera mucho antes de trabajar, despidiéndose de Giyuu como si el tiempo se le fuera en un segundo. ¿Era normal todo esto? Tal vez, pero era algo que hoy hablaría con el causante de todas sus dudas, ambos se caracterizaban por la sinceridad en su relación y siempre hablar las cosas, independientemente de si son buenas o malas, eso era lo que era mejor ¿Verdad? Hablarlo, sin llegar a conclusiones apresuradas. Puede parecer un poco exagerado todo esto, es demasiado abrupto ¿No? sin embargo, recordó el día anterior, el motivo por el cual hoy tiene tantas dudas. 

El calor intenso del sol, se colaba por los enormes ventanales de la sala, para su fortuna el aire acondicionado aminoraba la situación, gracias a la pila de  tareas pendientes que acumulo, no podia irse a dar un baño ahora mismo, se molesto un poco consigo mismo. Antes de que pudiera seguir enfocado en sus pensamientos, vio cruzar la puerta a un sudoroso Sanemi, quien tomaba un poco de agua para refrescarse, Giyuu sonrió, dejando de lado todos sus libros. 

— Deja tu trabajo por un momento, hazme compañia mejor. 

— Me encantaría, pero debo irme. 

— Te dije que dejes eso. 

— Mi trabajo ya lo termine. 

— ¿Ah?

— Puedes comprobarlo por ti mismo. 

Se sorprendió un poco por el tiempo, era un poco más de medio dia y el albino había cumplido con éxito todas sus labores, algo apresurado, pero el azabache no se quejaria de eso. 

— No hace falta. 

— Esta bien. 

— ¿Podemos hacer algo? ¿Puedo leerte un poco? 

— En otra ocasión, lo prometo. 

— ¿Sucede algo? Ayer también te fuiste antes. 

— ¿Me extrañas acaso?

— Sabes que si. 

— ¿Que puedo hacer? Lo bueno siempre termina.

Esa broma no le hizo nada de gracia, pero se contagió de la risa del moreno, una débil risa se escapó de sus labios, sin embargo su mirada seguía un poco apagada.  

— ¿A donde iras? 

— Tranquilo, no es algo malo. 

No dejo pronunciar palabra al menor, antes de irse, dejo un beso en la frente, dejando a un sonrojado y muy confundido azabache, adoraba que Sanemi besara su frente, en lugar de sus labios, para él era un acto más íntimo y protector, así que por ahora, no se molestaria. 

Prejuicios [SANEGIYUU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora