Mi amigo balón ( Tsubasa x Misaki)

Capitulo 37

Misaki sujeto su hombro con fuerza, su respiración entrecortada era clara señal de que el dolor era muy intenso. Respiro profundo intentando ignorarlo, no podía volver a abandonar el campo, no ahora, no cuando ya habían expulsado a Soda.

Pero tampoco podía ser una carga.

Miro desesperado el marcador, el 3-1 dándole favor a Francia parecía burlarse de él, de su sufrimiento, de su impotencia, enseguida escucho un pitido, proveniente de un silbato, no estaba seguro de si habían detenido el partido por qué aún se encontraba en el suelo o porque había terminado el primer tiempo.

Su hombro palpitaba de dolor, pero aún así se esforzó por quedar de rodillas, su mirada fue directa al causante de su sufrimiento, quien se regodeaba con una sonrisa arrogante y maliciosa, completamente satisfecho con su cometido.

— Maldito...— murmuró para si mismo, apretando con fuerza la mandíbula, no debía mostrarse debíl, sino su plan fallaría.

Enseguida sus compañeros comenzaron a acercarse, rodeando al japonés. Misaki cerro sus ojos un momento, intentando calmarse, pero unas manos en sus mejillas lo hicieron abrirlos de nuevo, sintió su corazón oprimirse al ver el rostro preocupado de su novio.

— Misaki, ¿te lastimaste?, dime si te duele algo— Misaki negó lentamente, aunque obviamente le dolía mucho el hombro, tenía que soportar, y por más que le rompiera el corazón mentirle a Tsubasa, era por un bien mayor para el equipo.

— Estoy bien, no te preocupes — mintió, tuvo que morderse la lengua cuando una punzada de dolor lo azotó nuevamente. Había logrado que su respuesta sonara firme, sin ningún signo de vacilación.

— ¿Estás seguro? — cuestiono de todas formas su pareja, examiando detenidamente las expresiones de Misaki, buscando cualquier rastro de molestia en el.

Sin embargo, no encontró nada.

Misaki pensaba a toda velocidad, sabía que lo que estaba haciendo era demasiado imprudente, y aunque pudo haber confirmado el dolor en su hombro; provocando así la posible expulsión de Napoleón del partido por juego agresivo, pero nada le garantizaba que el árbitro marcaría una falta— menos considerando su actitud en todo el parido—. Como iban las cosas prefería asegurar la única opción factible: quedarse a pesar del dolor.

— Tsubasa — Ishizaki llamo la atención de la pareja, Tsubasa tarareó en respuesta, sin despegar su mirada de Misaki —. El árbitro marco el final del primer tiempo, tenemos que abandonar el campo — sentenció, confirmando el análisis interno de Misaki, era obvio que ni siquiera notaría que lo habían empujado— Misaki, ¿estás bien?

Misaki solo asíntio, temiendo no poder mantener su tono neutral. Se levantó con ayuda de Tsubasa sosteniendo su hombro. Abandonaron el campo bajo las miradas despectivas de la tribuna, quienes le daban todo su apoyo a Francia.

Napoleón apretó los puños, fastidiado. Ese japonés había salido del campo como si nada, lo que significaba que su plan había fallado, y que había tomado el riesgo de tener una segunda tarjeta amarilla por nada ya que no había resultado a su favor.

Un apretón en su hombro hizo que desviara su atención de los japoneses hacia Pierre. Elle Sid miraba a su pareja con una expresión que Napoleón no podía decifrar. El agarre del capitán francés se hizo más fuerte, sacándole un quejido a Napoleón.

— Pierre...¿Que haces?— interrogó Napoleón, confundido por la actitud de su novio.

— Tenemos que hablar — sentenció Elle Sid, soltando su agarre de forma brusca.

Napoleón lo miro confundido, antes de seguirlo hacía el interior del estadio.

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