Aunque Caleb tenga todas las pruebas para demostrar que es mi familiar, no puedo aceptarlo. ¿Por qué mantendrían en secreto a alguien como él? Hasta ahora, todo lo que me ha pasado desde que llegué a lo que llaman la Oficina ha sido excelente. He descubierto otras personas como yo —Divergentes— los cuales no están tan agitados como yo sobre la situación. Ellos parecían, en alguna extraña forma, orgullosos.
Se llamaban a si mismos algo como Puros Genéticamente, o PGs.
Pero eso no es lo que me molesta. El saber que mi madre debe de estar preocupada, esperando que regrese o dé alguna señal de estar bien.
Esa es la razón por la que me muevo impaciente en la habitación en la que Caleb me dejó para que me relajara. Ésta es muy brillante para mi gusto, y tiene una gran cantidad de artefactos a los que no les hallo sentido alguno; monitores, instrumentos de laboratorio, y muchas otras cosas que no puedo nombrar.
— Beatrice está bien, si eso es lo que te está molestando — Caleb dice. Me impresiona lo calmado que pronuncia su nombre verdadero, inconsciente de como le afecta a ella oírlo.
Él toma asiento en una silla en frente de las pantallas, y me invita a sentarme en la que está junto a él, lo cual hago.
— ¿Cómo lo sabes? — pregunto, mucho más acostumbrado a mi nuevo lenguaje. Ya estoy cerca de formar oraciones completas sin pensarlo dos veces.
A pesar de la seguridad en la voz de Caleb, sus palabras sin pruebas no me convencen.
Él lo piensa por un segundo.
— Digamos que aquí mantenemos un, em, ojo sobre todas las cosas que pasan en Chicago.
He oído esa expresión. Cuando alguien mantiene un ojo sobre alguien no es porque lo quieren proteger ni ayudar, sino porque lo quieren estudiar. Y la forma en que Caleb admira y habla sobre el lugar donde crecí me indica que él no tiene ningún remordimiento en lo que hace.
— ¿Entonces sabes lo que está pasando en este momento, digamos que... en mi apartamento? — pregunto. Si en verdad nos estudian, algún provecho tengo que sacarle.
— Sí — dice Caleb. Luego él piensa algo por un segundo, como si estuviera pensando lo que debe ocultar — . ¿Quieres saber?
Mi corazón da un brinco de emoción.
— ¿Puedo?
En ese momento es en el que sé que dije algo que no debía.
— Primero tienes que prometerme algo — dice, su voz plana. Asiento con mi cabeza, un poco agitado como para hablar. La forma con la que me lo dice, sé que hay algo malo detrás de esto — . No puedes volver a Chicago si te muestro lo que quiero.
Mis palabras naturales están a punto de fluir y arruinar todo por el miedo que siento.
— ¿Por qué no? — logro decir.
— ¿Alguna vez te has preguntado por qué ninguna persona de Chicago ha dejado la ciudad? — pregunta luego de pensar por un tiempo. Niego con mi cabeza, nervioso de decir otra palabra — Chicago todavía es un experimento. Cuando alguien entra la ciudad su memoria tiene que ser borrada. Usamos un suero para ello.
Según mis libros, ya no deberían de haber experimentos, ni sueros, ni ninguna de las cosas que mi tío está nombrando. Pero no importa, todo en lo que yo creía les parece sólo una imagen en su pantalla para estudiar.
— ¿Es por eso que nunca he dejado la ciudad? — pregunto.
Él lo piensa dos veces antes de contestar. Odio que haga eso.
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Divergente ~ ¿Y yo qué?
Fanfiction~~ESTA HISTORIA ES LA CONTINUACIÓN DE DIVERGENTE ~¿POR QUÉ YO? CONTIENE SPOILERS DE LEAL~~ "Hay cosas en la vida que en algún momento tienes que enfrentar. No le des la espalda a lo que ya pasó" Luego de todo lo que Tris y Tobias tuvieron que pas...