Capítulo Dieciocho.

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   Llego a casa, y hago el mejor de los esfuerzos en olvidar la última simulación, la cual sigue atascada en mi cabeza.

   A esta hora, el apartamento debería de estar solo, pues mi padre siempre desaparece sin ninguna razón (ahora sé que es para visitar su paisaje de miedo) a estas horas y mi madre debió de haber salido con tía Christina, o algo así.

   Es por eso que me sorprende encontrar alguien en el sofá del apartamento.

   No puedo admirar quién es el intruso, pues él está leyendo el periódico, haciendo que el tope de su cabeza me tape su rostro. La única característica que puedo registrar de él es su cabello rubio, el cual me recuerda a la simulación en la que tanto me esfuerzo en olvidar.

   Toso un poco bajo para resaltar mi presencia.

   El rubio levanta la cabeza. Y sí, es el mismo Daniel de mi simulación. Ahora se ve más descansado, y se nota que tomó una ducha hace poco. Y, por supuesto, está vivo.

— ¡Tom! — exclama emocionado.

   Él se levanta y deja una taza con algo verdoso que no puedo detectar qué es. Daniel me da un abrazo antes de que pueda apartarme.

— ¿Pero qué...? — empiezo.

   Me corre un escalofrío por la espalda. Por un momento juraría que es el shock de encontrarlo aquí es la razón, pero mi mandíbula temblorosa no me indica lo mismo. Debería empezar a llevar una chaqueta conmigo a donde vaya si va a hacer un frío así todos los días.

— Tobias salió — me anuncia. Me sorprende como él me trata como si fuéramos amigos de toda la vida. ¿Qué habrá pasado en los recuerdos que perdí? — . Tris debe de andar en alguna parte del apartamento.

   Me rehúso a intercambiar una palabra más con el hombre que creí muerto, así que me dirijo a la habitación de mi madre. Si ella no fue a visitar a tía Christina (cosa a la que nunca falta), algo debe de andar mal con ese chico.

   Su habitación es visiblemente más arreglada que la mía. En vez de tener mi desastre de libros y ropas esparcidos por cualquier mueble del lugar. Su habitación está ordena, muy ordenada como para que lleve así varios días. La única excepción son varios papeles alrededor de mi madre, la cuál está vistiendo ropas para estar en casa.

   Nunca tuvo intención de expulsar a Daniel, o de al menos ir en busca mía.

— Si querías huir... sólo dime — susurra mi madre, sin siquiera levantar la vista del trabajo que ella está haciendo.

— ¿Qué hace él aquí? — pregunto sin preocuparme en responder su demanda.

   Ella levanta su vista. Mi madre está anonadada por mi pregunta.

— Tú estabas allí. ¿No lo recuerdas?

   Me borraron la memoria, así que eso es un no, quiero decirle, pero sé que ella sigue molesta porque llevo una segunda noche fuera sin avisar. Si la simulación estaba hecha para recrear momentos completamente diferentes a lo que de verdad pasó, debo de pensar todo al revés.

— Creo que lo recuerdo. Él es el tipo simpático que encontré en la entrada, ¿cierto?

   Ella me mira incrédula.

Ahora es simpático. Menos mal que tenemos Suero de la Paz extra — mi madre regresa su atención a los papeles — . Pareciera como si no hubieras estado aquí esa noche.

   Empiezo a temblar del frío. Se me hace difícil aguantarlo sin tener nada que cubra mis brazos. Intento pronunciar una respuesta, pero los labios no me dejan de temblar.

— ¿Tienes frío? — ella se levanta de inmediato.

   Trae con ella una manta que estaba posada en su cama y me envuelve en ella. Asiento un poco con mi cabeza mientras me siento en su cama.

— No lo entiendo, es casi verano. Puede que tengas un resfriado o algo así.

   ¿Casi verano? Nunca he estado muy atento del calendario, así que pensé que estamos a invierno gracias al frío que siento todos los días.

   Pero este frío no se siente como una enfermedad.

— Mamá, está bien — le informo mientras me intento apartar de sus excesos de preocupación — . No tienes que tratarme como un niño de tres años...

   Dejo de hablar al notar que ella se paraliza.

   De seguro acaba de descubrir partes del tatuaje. Estoy muerto.

— ¿Por qué tienes un punto de aguja en tu cuello? — me relajo porque no es sobre el tatuaje, pero aún así ella descubrió sobre los sueros — . Tom, responde. ¿Qué te han inyectado?

— Nada... — empiezo.

— No me mientas. Soy tu madre y sé muy bien cuando no dices la verdad. Siempre haces esa mueca con tus labios cuando quieres aguantar la verdad.

   Relajo los músculos de mi rostro. Nunca me había fijado en mis "señales" al mentir, y mucho menos pensé que tuviera uno.

— ¿Qué suero es el que te inyectaste?

— No lo sé. Estuve experimentando y, bueno... necesito un muñeco de prácticas.

   Me esfuerzo para controlar todas mis acciones involuntarias, y también mantener mis brazos rígidos para no dar señales de mi mentira. Pero la pregunta es, ¿por qué mentiría en esto? La única razón para ocultar la verdad en este caso es para ocultar la traición de Leah.

   Tal vez todavía siento algo por ella que no deja de molestarme cuando abro la boca para alejarla.

— Eso es imposible — ella empieza a frotar mis brazos, y siento el efecto en segundos — . La creación y usos de sueros ahora es ilegal.

— Dice la que tiene a su "invitado" drogado a punta de sueros.

   Ella se me aparta. La mirada en sus ojos cambia a una aterrada en unos segundos. La cual me aterra al instante a mí también.

— Eso es diferente. Él acaba de perder la única persona que lo mantenía a raya y vino en busca de la razón por la que necesita estar a raya.

   Oh.

— Yo maté a su amigo... Y ahora él está aquí, viniendo a cobrar lo que no reclamó dieciséis años atrás — mi madre apoya su frente en mi hombro — . Y ahora yo sólo lo drogo en mi sala para evitar que mate a alguien.

   Todo hace un click inmediato en mi cabeza. Esos sueños extraños... no eran sueños. Ellos se sentían tan reales porque en algún momento llegaron a ser reales. Eran recuerdos; de mi madre. Y ese Daniel... él tenía un amigo, el cuál murió.

   Y su nombre era Tom.

   ¿Estoy nombrado después del hombre que mi madre asesinó?

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    Nota de la Autora

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   ¿Por qué creen que Daniel se unió a la historia de esta manera? ;)

   Si encontraron unos horrores por allí, les prometo que para la próxima semana los arreglaré, pero es que ni puedo abrir los ojos ahora (Sorry por eso, pero tanta rumba todos los días y se me olvida cuál es el sábado de verdad).

   Son las 2 AM y bueno... creo que estoy más dormida que despierta Xd (hasta ni pude escribir la carita esa bien). Y para rematarlo se me dañó el computador y estoy desde este CELULAR QUE NO SIRVE PA UN CO...

   Mejor me voy a dormir.

Divergente ~ ¿Y yo qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora