Las lágrimas muertas del sauce #Ganadora de los WowAwards2015

Espejito, espejito... Dime quien me ama...

Banner publicitario (espero que les guste) y canción I'm with you de Avril Lavigne en el multimedia, les recomiendo que escuchen mientras leen (también lean la letra, ya que tiene relación con el cuento)

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

"Había una vez una reina que iba a tener una hija. Un día salió al jardín a pasear y observó la nieve caer. Entonces, deseó que su hija tuviera la piel blanca como la nieve recién caída. Siguió caminando y llegó a un rosal, queriendo coger una rosa se pinchó el dedo. Una única gota de sangre cayó en la nieve, de nuevo, deseó que su hija tuviera los labios rojos como la sangre. La reina tuvo su deseo concedido, tuvo una niña de piel blanca como la nieve, labios rojos como la sangre y pelo negro como el carbón. La llamó Blancanieves. Sin embargo, no tuvo tiempo para disfrutarlo, murió poco después. El rey, queriendo lo mejor para su hijita, decidió volver a casarse como una mujer muy bella. La nueva reina, tenía un espejo mágico al que preguntaba todas las noches quien era la más bella, a lo que este respondía que era ella. Hasta que un día cambió de parecer: Blancanieves era ahora la más bella del reino. Llena de envidia la mandó matar, sin saber que su manzana envenenada sería destruida por el beso de amor de un joven..."

Blanca era hermosa, pero estaba enferma.

Blanca amaba cantar, pero no podía.

Blanca creía estar enamorada, pero de la persona equivocada.

Blanca vivía en una mansión, pero nadie la habitaba.

Blanca tenía una familia, pero nadie la quería.

Blanca sabía que su madre tenía un espejo, pero le devolvía un reflejo que no le gustaba.

Blanca solo tenía un amigo, y ella desconocía quién era.

Blanca no era una princesa, no le vendría ningún príncipe azul a salvarla.

Blanca murió de cáncer, solo tenía 15 años. Y sin embargo, jamás le faltó su sonrisa.

Blanca podía pedir un deseo, ella dijo que quería saber quien le amaba. Como el cuento de Blancanieves, quiso que le dieran una manzana para poder dormir para siempre y solo despertar cuando él llegara.

Blanca pensó que el chico del que estaba enamorado sería su salvador, no lo fue.

Nadie quiso aceptar que ella se había ido, y decidieron crear un cuento para que ella siempre viviera con ellos. No les importó que ella jamás cumpliera su sueño, tampoco contar una mentira que costara muchas vidas. Lo único que querían es ser recordados, sin saber, que tal vez la respuesta no estaba tan lejos de cómo parecía.

Tan preocupados estaban de sí mismos, que Blanca murió sola. No hubo 7 enanitos que le hicieran una urna de cristal, ni un bosque que la venerara cuando se fue. Solo paredes blancas y un olor a muerte que quería ser tapado con perfume a flores.

Solo su único amigo podría despertarla de su sueño profundo.

 Pero resulta que los cuentos  en la vida real no tienen finales felices.

Y el amor no puede despertar a una persona que ha dejado de respirar.