El día en que mis lágrimas caigan

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Llevo dos semanas desde que descubrí esta canción: Monster de Meg and Dia y no paro de escucharla, incluso puede llegar a rayar la obsesión. Y bueno, ayer por la noche escuchando esta canción, después de que varias personas me contaran sus problemas derivados del bullying y pensando en mi mejor amiga que teniendo un gran futuro le está fallando la salud... En mi mente se empezó a formar una serie de pensamientos relacionados con este tipo de personas que hacen daño a otras y a las que no entiendo. Pero lo peor de todo, es que parece que la gente ya lo ve normal y eso es lo que no puedo soportar.

En fin, haré un ensayo más largo sobre el tema y supongo que lo subiré o a Mi diario o al libro de Miles de preguntas de una típica adolescente. 

Sin embargo, mientras andaba rumiando esto en mi cabeza se empezó a formar una historia, la de una chica que también buscaba esa respuesta. Y he aquí este pequeño fragmento que espero convertir algún día en una novela (cuando termine las cincuenta mil que ahora mismo tengo XD)

Bueno, espero que les guste.

Polillas


Dedicado a todas esas personas que como yo, se preguntan la existencia de estas personas.

Por un mundo libre del odio

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"Un día me puse a pensar, en la gente, en sus decisiones... En lo mal que nos tratamos entre nosotros a lo largo de la vida, como si dependiera de ello nuestra felicidad. Las personas se confunden, se caen y se levantan, aprenden las lecciones de la vida... Pero, ¿acaso eso implica que estemos todos tan llenos de odio? A lo largo de mi vida me he dado cuenta de que el mundo está tan mal... ¿Por qué no podemos utilizar el dicho: vive y deja vivir? Llevo pensándolo durante muchos años, desde que fui consciente de esta horrible plaga.

¿Y sabes qué?

Aún sigo buscando alguien en el mundo que no haya hecho daño a otra persona.

Mi padrastro solía decir que era la ley de la supervivencia, como los animales perseguían a sus presas, la ley del más fuerte. El mundo no podía sostener a los débiles, debían ser barridos del mapa.

Ja, así le fue. Un buen día su codicia y odio lo terminó llevando a la tumba. Ojalá se le hubiera llevado antes."

Víctor escuchaba atentamente las palabras de Viernes que parecía absorta en el agua del río. Su pelo rubio con las puntas rosas meciéndose suavemente por la brisa de la tarde, sus manos descansando sobre un dibujo sin terminar y sus dientes mordisqueando su labio inferior.

"Pero ni siquiera se merece que malgaste mi saliva, él y todas las demás personas que piensan igual, que actúan igual. En el pasado quise entenderlos, debía haber alguna razón para que tanta gente se comportara de forma tan mezquina. Darles una explicación a sus acciones, darme una excusa para perdonar que yo también hubiera sido uno de ellos en el pasado. Yo herí, por miedo o cobardía, pero lo hice. Y no hay forma de que eso vaya cambiar.

Igual que tanta gente, miran hacia otro lado, borran de su memoria lo que han visto o han hecho. ¿Pero sabes qué?

Eso no consigue que deje de ser real.

El problema es que se considera algo normal, se ha aceptado que hagas lo que hagas te van a intentar hundir, hacer daño o simplemente odiar. Da igual que seas famoso o solo te conozcan tus amigos. Por alguna extraña razón que no acabo de entender, existe esa maldita regla en la que debes pisar tu primero para evitar que otros se adelanten. Es como una carrera de a ver quién evita y a ver quién es alcanzado."

Viernes suspiró, dejó de mirar el agua moverse y fijó sus ojos azules en Victor.

"¿Sabes por qué me hago llamar Viernes? Porque fue un viernes el día en que me juré no volver a llorar por gente que no se lo merecía. Aquellos que tienen muchos nombres: Acosadores, haters, bullies, copiones, ricos que se aprovechan de los pobres, terroristas... Pero en el fondo son el mismo tipo de personas, personas que buscan su felicidad a costa e los otros.

Quise entenderlos, pero no se puede. Existen y siempre lo harán a no ser que la propia sociedad se dé cuenta de cómo se está destruyendo por culpa de ellos.

Hace tiempo que perdí la fe de encontrar a alguien que rompiera esta horrible regla, que me devolviera las ganas de luchar por un mundo en el que la gente viviera en paz."

-¿Por qué lloras?- dijo de pronto Víctor rompiendo el silencio.

Una lágrima de princesa resbalar por la mejilla de Viernes.

"Porque me he dado cuenta de que todo este tiempo he estado rodeada de gente que rompía esta regla. Nos estamos dejando corromper, Víctor."


"Somos una especie en peligro de extinción desde el principio de los tiempos. Pero no debemos rendirnos, hay que hacer este sueño realidad."


Las lágrimas muertas del sauce  #Ganadora de los WowAwards2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora