Las lágrimas muertas del sauce #Ganadora de los WowAwards2015

Princesa Solitaria

Antes de nada, quería disculparme por no actualizar. Sé que dije que me gustaría publicar más seguidas las historias, pero este tipo relatos son diferentes a lo que normalmente escribo. Salen de mi corazón, de mi esencia y para ello necesito encontrar las condiciones idóneas: la canción, la trama de dicha historia, la inspiración...

Aunque no lo parezca, para escribir las pocas líneas de la historia a continuación me ha llevado horas de escuchar canciones, imágenes y borradores de otras que nunca verán a la luz. 
No es tan simple como coger un sentimiento o "tema", como es en este caso la soledad, si no que es un cúmulo de muchas sensaciones. Intento que cada historia sea  especial a su manera, no quiero escribir algo vacío porque no es el fin de este libro. 

Así que bueno, simplemente quería comentar esto porque a pesar de que me encantaría subir más a menudo, no tengo todo el tiempo que me gustaría  dedicarle a este complejo proceso.

Sin más, quería dejarles una edición (no es mía, créditos a la autora: wesley-souza) que me inspiró mucho a la hora de escribir estas líneas, así como la cover de Alone de Alan Walker hecha por Romy Wave

Dos almas, dos vidas, dos mundos.

La de Ella, viva. La de Ello, muerta.

Las plantas crecían aquí y allá, donde sus delicados pies tocaban el suelo. La hierba moría cuando su velo de tristeza la ocultaba.

El día nacía cuando comenzaban sus ojos a parpadear, las flores se abrían cuando su sonrisa despertaba. La noche caía cuando se atrevía a separar sus ciegos cristalinos, las hojas caían cuando de sus cuencas vacías, precipitaban las lágrimas negras.

Libre. Condenada.

Nacidas de una misma esencia. Separadas por una terrible decisión.

Aportando la vida. Trayendo la muerte.

Todo el mundo conocía a Ella, siempre invocada y querida. Nadie quería a Ello, despreciada y casi olvidada.

Es por eso que no contaré la historia de Ella, puesto que ya la conoces, si no la de Ello, la princesa sola. Aquella que un día condenaron a vagar eternamente por la oscuridad, obligada a buscar en lo desconocido. A buscarse a sí misma.
Ello era la hermana mala, la que había sido derrotada por la dulzura de su gemela. Y sin embargo, a pesar de que su existencia solo traía dolor y sufrimiento, tampoco podía ser destruida, encargada para la eternidad de sembrar el caos.

¿Qué era? ¿Por qué aún seguía en aquel mundo? Se sentía perdida, sin esperanza alguna, sin ningún destino.

Poco sabía de su verdadera esencia, de su importante función. Después de todo, se le había encargado la dura tarea de mantener el ciclo constante. Pues no existiría la felicidad sin su dolor, la vida sin su muerte, la alegría sin su tristeza.

Sin embargo, ¿qué don era aquel que la convertía en una sombra horrible y odiada?

¿Qué era?

Era la parte mala de la que se había desprendido Ella, para así poder ser siempre perfecta, feliz, alegre. Viva.

Sin saber que con ello dejaría de sentir y de disfrutar. Viviría eternamente igual.

Siempre joven, siempre perfecta. Pero rota y vacía.

Sola.

Había dejado de sentir lo que era la verdadera vida, ya no era nadie.

Entonces, ¿qué diferencia había entre Ello y Ella?

Ninguna.

Estaban rotas, estaban vacías. Estaban solas.

¿O no?

En el fondo, eran el mismo ser. Una misma existencia separada.

Ahora solo les quedaba, que un día, se volvieran a encontrar.

No estaban solas, se tenían una a la otra. Se tenían, a sí mismas. 

Sé que es muy corto, pero quería despedir el año con una historia.

Espero que les haya gustado.

Si quiere, pueden recomendarme canciones.

-Polillas-

(Una rápida interpretación de la imagen superior)