Solo soy una niña...

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Canción en el multimedia: But i'm only human de Christina Perri

Creo que lloré con esta canción, de verdad, cuando la oí no pude evitar escribir esta historia

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 " Pero soy solo humana,
y sangro cuando me caigo.
Soy solo humana,
y me estrello y me rompo.
Tus palabras en mi cabeza, cuchillos en mi corazón.
Me construyes y luego me caigo en pedazos."

"Porque soy solo humana." 


Te contaré una historia, querido lector:

Había una vez una niña que tenía una vida normal, con buenos amigos y clases aburridas. A ella le encantaban las hadas, tenía montones de libros sobre ello, vestía vestidos de princesa y soñaba con viajar al país de la fantasía.  Era una niña especial, pero a la vez solo una niña, que reía y lloraba. 

Creía que los niños eran tontos porque solo les gustaba jugar al fútbol y se reía de sus estúpidas riñas con su mejor amiga. Quería mucho a su mejor amiga, era la que siempre estaba ahí para alegrarle el día. Su hada madrina, su luz en la oscuridad. 

Era su mejor amiga, y nada del mundo iba a cambiarlo.

O eso creía ella.

Un día, su mejor amiga comenzó a hablarle de lo guapo que era un chico de un curso superior. En seguida, todas las demás chicas de su clase comenzaron a hablar solo de ello. Sin embargo, la niña que consideraba tontos a los niños le pareció absurdo que todas estuvieran detrás de uno.

De pronto, todas comenzaron a señalarla con el dedo y a decirle que tenía que madurar, que el mundo no estaba lleno de las hadas que ella atesoraba. La niña, que no quería que sus amigas la dejaron sola, intentó hacer lo que ellas hacían.

Se dejó crecer el pelo, comenzó a utilizar sujetador y a maquillarse. Se convirtió en una de ellas.

Sin embargo, había algo que la hacía diferente: seguía soñando y creyendo en todos eses seres mágicos que sus amigas consideraban de "niños"

Los días pasaron, se convirtieron en semanas y a la niña y su mejor amiga eran inseparables... O eso quería creer ella. Hablaban de lo que se supone que hablan las chicas: de ropa, de chicos, de cosas maduras...

Sin embargo, la niña, a pesar de que lo intentara, no era una de ellas.

Un día, una de sus amigas comentó que había tirado todas sus muñecas y demás cosas "infantiles" porque se consideraba demasiado mayor para jugar con ellos.

La niña, con inocencia, preguntó por qué lo decía ya que todas eran niñas.

Y la aludida se río en su cara

"No puedes entenderlo, aún tienes que crecer querida. Empezando por dejar de tener todas esas cosas de hadas"

Todas estuvieron de acuerdo y de pronto, la niña se encontró sola, apartada como si fuera un bicho raro.

No sabia que hacer, estaba tan desesperada que un día cogió todas sus hadas  y las rompió. Se prometió a si misma que maduraría, que sería como ellas.

Entonces, mientras veía esas muñecas, sus sueños,  todo destrozado, quiso llorar. No quería cambiar, quería ser ella misma ¿por qué no podían aceptarla tal y como era?

Se miró al espejo y solo vio a una niña, rota y triste. ¿Que había sido de la chica alegre y sonriente a la que todos hablaban?

Ella no lo sabía aún, pero era perfecta tal y como era. Era diferente, pero eso no importaría nunca.

Al día siguiente, volvió al instituto tal y como era ella. Sus amigas la ignoraron llamándola de miles de formas imaginables.

La niña comenzó a llorar por las noches, a sentirse mal consigo misma. Se sentaba sola en los recreos con un libro entre las manos, intentando olvidar que sus amigas reían no muy lejos.

Sin embargo, no muy lejos había un niño. Él también se sentaba solo en los recreos porque no le gustaba jugar al fútbol o los videojuegos como a todos los demás. A él le encantaba dibujar, pero sus amigos se burlaban de él porque lo consideraban algo femenino.

Tanto él como ella  no entendían que había malo en ellos, en que le gustara dibujar o las hadas.

Eran solo niños, con sueños, con ilusiones...

Entonces, ambos se vieron, sentados en soledad en aquel mundo de clones. 

Y se sonrieron.

Puede que no fueran iguales al resto... ¿Pero sabes que? Ambos crecieron, gente entró y salió de su vida, pero ellos jamás dejaron de ser como eran.

Actualmente,  llevan una vida feliz: la niña sigue creyendo en las hadas y escribe preciosos cuentos que hacen llorar, reír, soñar..., y el niño, continuó también dibujando y ahora ilustra la vida de las personas con sus preciosas pinturas.

Porque si perdemos a unos amigos, más entrarán en nuestra vida.

Pero si nos perdemos a nosotros mismos, no habrá forma de recuperarnos.


Todos somos niños, tenemos sueños, ilusiones... Somos humanos

Jamás lo olvides


Dedicado a todas aquellas personas, sean chicos o chicas, que alguna vez, se sintieron mal por no encajar.

Sois perfectos tal y como sois!


Las lágrimas muertas del sauce  #Ganadora de los WowAwards2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora