Se Busca (Dylan O'Brien)

6.Devolución.

Chapter 6.

Mis manos estaban completamente frías al igual que estas comenzaron a temblar. Un sudor frio comenzó a invadirme, ya había dejado todo expuesto y él... él realmente no sabía que pensaba en ese momento pues solo me sujetaba fuertemente, su mirada penetraba en mi, prácticamente estaba mutilando mi alma, parecía que tenia fuego en sus ojos color miel.

Poco a poco comenzó a disminuir su agarre y yo me quede quieta.

-Así que lo sabes. -Pronuncio.

Soltó mis brazos por completo y pose mi mano para calmar un poco el dolor en ellos.

-Si.-Musite sin mirarle.

-¿Desde cuándo?.-Me pregunto dándome la espalda.

-Desde que asaltaste la Apple Store. De inmediato me di cuenta... por tus ojos.-Declare.

Él poso ambas manos sobre su cabeza tirando de su pelo fuertemente, le había acorralado.

-Sabia que te había visto antes, más bien no me había dado cuenta que eras la egocéntrica cajera de ese local.-Contesto. ¡Qué grosero!.

Dylan no me observaba, todo el tiempo me daba la espalda y tiraba de su pelo frustrado, pues bien sabía que había dejado cavos sueltos al momento de cometer un crimen como ese y haber dejado un testigo.

No quería decir nada, pues cualquier cosa que dijese podría usarla en mi contra, fácilmente podría hacerme algo en el medio de la nada en ese parque, era obvio que estaba acorralado, y si me dejaba ir, probablemente pensaría que lo acusaría contra las autoridades.

-Dylan...

Me acerque a él y pose mi mano sobre su hombro, el aun me daba la espalda, pude sentir como este se estremeció al sentir el contacto de mi mano con su cuerpo.

-Largaos de aquí, si valoráis vuestra ordinaria y aburrida vida, largo... no quiero verte.-Me ordeno.

Aun no me miraba a los ojos, pues bien sabia que esa era la causa de ser descubierto.

Sin más me dispuse a irme de allí antes de que el cambiase de opinión, pues por lo visto estaba dándome una segunda oportunidad de vivir y mientras lo hacía luchaba contra sus demonios por no retractarse.

Corrí hacia mi casa, no sabía cómo reaccionar, un choque de emociones se mezclaron dentro de mí, pues que Dylan haya decidido dejarme libre cuando sabía que estaba en peligro su libertad, era suficiente razón para salir corriendo como si una manada de perros me persiguiese.

Llegue a casa, al parecer todo mundo estaba dormido, eran poco mas de las 22:38 y no estaba de mas, pues con ese tal Zero y Fox teniéndome como rehén, el tiempo se había ido volando y no digamos la charla incomoda con Dylan.

Subí a mi habitación, me cambie de ropa, me sentía sucia y no lo decía literalmente pues estuve conviviendo con bolsas y contenedores de basura, el paraíso de todo vagabundo.

-¿Por qué me dejaste ir Dylan?.-Me preguntaba repetidas veces.- ¿Por qué lo habra hecho?.

Tal vez le simpatice un poco, no, no lo creo, una buena razón tiene que haber detrás de todo esto.

Desperté a la mañana siguiente, sentí un eminente mal olor, joder era yo, ayer me revolqué en la basura como una cerda, tenía que tomar una ducha cuanto antes.

Me cambie cepille mis dientes y baje a la cocina. Lo hice sigilosamente pues si me encontraba con alguno de mis padrastros me regañarían por llegar tarde ayer.

Así fue, de puntillas baje y cuando iba a abrir la puerta alguien la cerro detrás de mí.

-¿Adonde estabas ayer?.