Se Busca (Dylan O'Brien)

47.Puñalada.

Chapter 47.

No quería ceder ante las peticiones de dialogo, frene mi paso, respire profundamente y deje que prosiguieran para verme lo menos sospechosa posible.

-Jovencita, ¿Dónde está el señor que le acompañaba esta mañana?.-Pregunto la mujer perspicaz.

Los oficiales observaban detenidamente cada movimiento que pretendía hacer, y probablemente todo lo que dijera seria cuestionado por la mujer que jugaba a ser detective.

-Lo siento, no tengo tiempo, tengo una emergencia.-Conteste haciendo hincapié en la bolsa que traía conmigo. El trio reacciono y automáticamente divisaron los productos femeninos que yacían en la bolsa de plástico transparente.

-Descuide solo queremos charlar un poco acerca de unos acontecimientos ilícitos que han ocurrido recientemente, y queremos saber si puede hacer su colaboración para con la ley.

-Como dije, no es un buen momento, estoy en mis días y si me disculpa la ley no comprende eso de una mujer.-Pronuncie exaltada para abandonarles en el pasillo y dirigirme a mi habitación.

Cagando hostias trate de recuperar el maletín que se encontraba refugiado en el mueve de madera vintage, pero el trabajo se me estaba dificultando.

-"Toc, toc".-Llamaron a la puerta. Mierda.

-Señorita, solo serán unos minutos, es la rutina.-Grito el oficial al otro lado de la puerta.

Puta mierda, un poco más. Logre extraer el maletín de su escondite y como el profesor me había dicho previamente como ejecutar el plan de escapatoria, salí ágilmente por la ventana que daría a la primera planta.

Un vértigo incontrolable se me presento, mi tobillo dolía aun, y ejercer fuerza para mantenerme en equilibrio me estaba matando. Escuche como los oficiales siguieron golpeando la puerta para captar mi atención y sin más pudieron abrirla, decidí dar un gran salto para acortar mi escapatoria, sin embargo mi pie sufrió las consecuencias, mierda. Cojeando y con el maletín en mano corrí hacia fuera del motel, gire sobre mi propio eje y no pude localizar con mi mirada el coche del profesor, ¿Adónde diablos se ha marchado?. Los pasos de pies contra la madera vieja del motel rebotaban haciendo un sonido extravagante, los oficiales ya se percataron de mi ausencia y vienen a por mí.

-¡Profesor!.-Grite en un intento desesperado.

El chirrido de las llantas del coche se manifestaron, era el, como pude corrí rápidamente hacia su vehículo y me lance en el asiento del copiloto. Los oficiales se percataron y por instinto se dirigieron a su coche para seguirnos. Lenard sin esperar más acelero y se dirigió a la carretera.

Las luces rojas y azules venían tras de nosotros, mierda, una persecución al volante era lo que faltaba para poner la cereza al pastel.

-¡Joder, profesor que vamos a hacer!.-Chille desesperada. El solo se mantenía con la vista hacia al frente mientras yo giraba mi cabeza para ver como los oficiales venían a por nosotros.

-¡Profesor!.-Repetí en un intento sin respuesta aparente.

-Tranquila.-Respondió.-Solo falta un poco más.

Después de tratar de tranquilizarme sin ningún éxito, gire mi cuello y aprecie como los el coche de los policías poco a poco se volvía más lento quedándose atrás, desapareciendo en la carretera las luces rojas y azules. Voltee mi mirada hacia Lenard para luego exhalar despreocupada. Increíble.

...

Lo rayos del sol iluminando mi rostro me despertaron nuevamente, ya ni siquiera sabía cuál era el plan, este viaje de escapatoria cada vez se vuelve sin retorno. Analice el asiento del alado y había una ausencia de conductor. Mierda, ¿Adónde estamos ahora?. Solloce un poco, me sentía frustrada, no sabía quehacer, ahora mismo mi vida se ha desvanecido, la policía me busca junto a prófugo de mi supuesto profesor y la persona que no puedo sacar de mi cabeza está desaparecida, todo es una mierda. Llore.