114.

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_____ la vio avanzar hacia la salida. Era ahora o nunca. Cerró los ojos. —Nani, engañé a Justin.
— ¿Qué? Preguntó nani girándose y volviéndose a sentar en la cama. —Explícate. ¿Le fuiste infiel con otro hombre? Preguntó horrorizada. — ¿Por qué hiciste algo así?
— ¡No! No lo engañé... No de esa manera. ¿Estás loca? Yo lo amo. Mira la cosa pasó así.... Una noche estaba saliendo del estacionamiento de un Mall, había peleado con Justin... Y me encontré con alguien...
— ¿Con quién? Preguntó nani algo nerviosa.
—Con Rolando.
— ¿Cuál Rolando? Preguntó nani pero su expresión cambió rápidamente... —Rolando el que...
Ella asintió. —Ese Rolando. Confirmó.
— ¡Oh Dios! Exclamó Nani parándose de la cama. —Le pegaste el cuerno con Rolando. ¿Pero por qué?
— ¿Qué? ¡No! ¡No! Exclamó horrorizada. Tan solo imaginarlo le daba nauseas. —No, por supuesto que no.
— ¿Y entonces? Preguntó Nani.
—Estaba muy enojada y él me propuso hacer algo... empezó a decir recordando ese fatídico día. —Yo me sentía tan mal, y él me dijo que si quería vengarme de Justin... sus lágrimas empezaron a salir... —Y yo acepté.
— ¡Oh Dios mío! Exclamó nani tapando su boca.
—Él me dijo que le diera acceso a la casa, y yo acepté. Dijo secando sus lágrimas. —Pero... Pero... me arrepentí luego... Y traté de localizarlo, él me dio un número pero no era de él, fui una estúpida, lo sé. Y ahora solo quiero que Justin lo sepa antes de que sea demasiado tarde, siento esta opresión en el pecho cada vez que lo veo... No puedo más con esto, él tiene que saberlo y necesito que me ayudes. Por favor.
Nani estaba tan sombrada que no pudo articular una palabra, solo se paró y negó con su cabeza observándola. ____ por un momento pensó que le daría una bofetada pero ¿Qué más daba? Lo merecía. —Estás consiente de que nos expusiste a todos, incluyendo a tu hijo.
______ llevó ambas manos a su cara y empezó a llorar. —Lo sé y lo siento... Quiero arreglar esto pero no quiero que Justin me odie. No quiero que me odien. Nani sintió como las lágrimas caían por sus ojos. —Hay mi niña ¿Qué hiciste? Preguntó abrasándola
—Yo no quería, juro que no quería hacerlo, respondió llorando. Nani se despegó y la observó. —Lo vamos a solucionar. Solo tenemos que... encontrar una manera de decirlo. Tal vez Billy nos pueda ayudar.
— ¡Por supuesto que no! Él... él... es como Justin... decírselo a él es como decírselo a Justin, no me ayudará a decirle, le dirá de forma brusca lo que pasó.
—De igual forma él no podría ayudarnos a decírselo hoy, fue a buscar a su sobrina al aeropuerto.
— ¿Qué sobrina?
—Sandra, respondió nani rodando los ojos.
_____ hizo lo mismo, recordaba esa zorra, todos habían ido a pasarse unos días con la familia de Billy, y ella se le había metido por los ojos a Justin e incluso le había hecho sexo oral. Aún se seguía preguntando por qué había perdonado a Justin en aquel entonces.
— ¿lía y Elisa no están? Preguntó
Nani negó. —Gracias a Dios, ya se han marchado.
— ¿Y Gray?
—Está visitando a sus padres.
— ¿Qué estemos solo nosotras, el bebé y Justin, ayuda?
Nani se encogió de hombros. —No tengo idea.
—Creo que haré esto sola, decidió finalmente respirando hondo.
— ¿crees que puedas hacerlo?
—Es mi esposo, por supuesto que puedo, dijo algo dudosa... Ante la mirada exentica de nani rodó los ojos... —Bien, Bien, no sé si pueda pero lo intentaré... Bajaré y veré de que humor se encuentra y así sabré si se lo digo o no.
—Buena suerte con eso, cuidaré de Diego.
_______ bajó las escaleras algo preocupada. ¡Joder! No es como si le fuera a decir que es lesbiana o algo así pero... De igual forma lo que ella había hecho era grave. ¿Había algo que la hiciera sentir mejor? Podría empezar a decir las veces que Justin le había mentido, pero aunque doliera admitirlo él nunca había hecho un trato con otra persona para que le hicieran daño. Cerró los ojos y agitó la cabeza como si pudiera eliminar los pensamientos pero no pudo.
Sintió un frio recorrerle el cuerpo, giró la vista y vio la puerta trasera abierta, se acercó a ella y la cerró pero entonces descubrió algo, la puerta no podía cerrar bien porque había sido forzada. ¿Forzada? Se preguntó con confusión, entonces cuando vio el manubrio sintió que el mundo se le caía a los pies, recordó lo que le habría dicho a Rolando.
"La puerta tiene un pequeño desperfecto... Puede llegar a abrir fácilmente por afuera, claro, de igual forma hay que forzarla, supongo que es algo que se arreglará después. "

Un amor entre la mafia y la muerte II (Editada & disponible en físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora