142.-DOS CAPS PARA EL FINAL :'(

1.8K 95 14
                                    

  — ¿Por qué lo dices como... como si te fueras a ir? Le preguntó sintiendo las lágrimas rodar por sus ojos.
Él sonrió amargamente. — Porque eso es exactamente lo que pienso hacer.
_____ sintió que su corazón se rompía en muchos pedazos, no quería que se fuera lejos, no quería que le dejara al bebé y luego desapareciera de sus vidas. — ¿A dónde te irás? Le preguntó con lágrimas en los ojos.
—Creo que te he hecho suficiente daño... y no me refiero solo al niño, me refiero a todo en general, desde que empezamos esta relación siempre he sido el que te ha lastimado... Y llegué a la conclusión de que el problema no eran mis acciones, el problema soy yo.
— ¿Cómo podría verme Diego a los ojos en un futuro y sentirse orgulloso de mi? Supongo que verá niños con padres ejemplares, niños con padres dedicados y amorosos... Yo no soy nada de eso. Toda mi vida he buscado el dinero fácil, porque comprar autos de forma ilegal y venderlos no es nada difícil. ¿Eso es lo que le diré? ¿Qué toda su vida ha vivido en peligro por mi culpa? ¿Qué le hecho cosas horribles a su mamá de las cuales me arrepiento cada día?
—Oh justin, dijo _____ llorando... —Diego siempre estará orgulloso de ti, dijo sintiendo su corazón doler en su pecho.
—No necesito tu lastima, le dijo mirándola. —Cada quien cosecha lo que siembra. Y créeme que mi semilla siempre estuvo podrida. Lo único que he hecho bien en la vida ha sido a ese niño y no lo voy a ensuciar, no lo voy a arruinar.
— ¿Qué diablos quieres que le diga cuando me pregunte por su papá? Preguntó ella gritando.
—Le puedes inventar cualquier excusa, que he muerto, que me asesinaron... Cualquier cosa. ¿Qué importancia tiene? Preguntó encogiéndose de hombros.
Ella se sentó a su lado, tapó su cara en ambas manos y rompió a llorar. — No puedo hacer eso, dijo con la voz en un hilo. —No puedo....
—Sí, si puedes ¡Por supuesto que puedes! Le dijo justin abrasándola.
Ella lo apretó fuerte y se dejó envolver en sus brazos mientras se acostaban juntos en el sofá. —No quiero que te vayas, le susurró llorando.
—Todo estará bien, le susurró justin besándola. —Lo prometo.
Pero ella sabía que no iba a estarlo, ¿Cómo podía decir que estaba bien si se alejaba para siempre de ellos? ¿Cómo podría vivir ella sin él? ¿Cómo le explicaría a Diego que él no estaba?
Se giró en el sofá dándole la espalda, lo que menos quería era que él la viera llorar toda la noche porque sabía que definitivamente eso era lo que pasaría. No quería llegara el otro día, no quería vero partir para siempre... No así.
Sentía que se ahogaba, y cuando pensó que no podía llorar más nuevas lágrimas salieron por sus ojos. Sintió los brazos de justin abrazarla. —Tienes que tranquilizarte, cielo. No querrás que le niño te vea así mañana ¿Verdad? Le dijo con la voz entristecida.
Ella empezó a sollozar. — ¿Por qué me pides que haga cosas difíciles?
—Shh, tranquila, le susurró al tiempo que besaba su mejilla y la abrasaba con fuerza. —Después de un tiempo me lo agradecerás. Lo sé.
Pero ella no estaba tan segura de eso. Sintió que su cabeza explotaría. Haber llorado tanto la había enfermado tanto por dentro como por fuera. No sabía si iba a estar lista para ver a justin partir. Se acurrucó más contra él, si esa era la última noche que tendrían juntos pues entonces se aseguraría de estar tan cerca de él como pudiera.
Se giró y se acurrucó contra su pecho. Sentía sus suaves caricias y aunque quería dormirse no podía. Luego de un largo tiempo cuando sintió que sus ojos finalmente cedían escuchó que su celular sonaba, ¿Quién llamaba de madrugada? Se preguntó pero no prestó atención, no quería separarse de justin ni por un segundo. — ¿No vas a atender? Le preguntó él besando su pelo.
Ella negó y lo abrasó con más fuerza. Luego de unos segundos su celular volvió a sonar pero esta vez el de justin también lo hizo, ambos al mismo tiempo. Ella frunció el ceño y prácticamente saltó del mueble para tomar la llamada. Era de un número desconocido, sostuvo el celular en sus manos y observó a justin con ojos de preocupación. — ¿si? Preguntó.
—Se trata de Diego, escuchó que dijo nani en tono apagado.  


Un amor entre la mafia y la muerte II (Editada & disponible en físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora